El Vaticano destacó la difícil situación de los trabajadores marítimos durante la pandemia, y recordó que las prohibiciones en las vacaciones en tierra están estresando severamente a las tripulaciones atrapadas a bordo del barco, algunas hasta el suicidio.
El cardenal Peter A. Turkson, que dirige una oficina del Vaticano que se ocupa de cuestiones de desarrollo humano, manifestó en un mensaje el domingo que los trabajadores marítimos "realmente merecen nuestra estima y gratitud" por garantizar el movimiento de mercancías para una "economía global saludable", mientras que gran parte del mundo está cerrado para combatir la propagación de la infección por COVID-19.
Según él, decenas de miles de marinos que debían volar a casa para salir entre largas temporadas en el mar no pudieron hacerlo debido a las reglas de cierre.
Del mismo modo, muchos quedaron varados en hoteles y dormitorios.
Turkson lamentó que los varados a bordo de los buques "sufran aislamiento, estrés físico y mental severo, que lleva a muchas tripulaciones al borde de la desesperación y, desafortunadamente, del suicidio".
El cardenal agregó que los católicos están siendo alentados a orar por todos aquellos que trabajan y viven del mar, incluidos los marineros y pescadores y sus familias.
Ciudad del Vaticano / AP
