El príncipe Felipe, a quien le gustaban los Land Rovers y los condujo durante gran parte de su vida, hará su último viaje en uno: un vehículo sensato personalizado según su dirección, hasta su color verde militar.
El Land Rover TD5 130 modificado llevará el ataúd del Príncipe Felipe en una procesión en el Castillo de Windsor el sábado mientras la reina y otros miembros de la familia real lo siguen antes del funeral y el entierro en la Capilla de San Jorge.
El Palacio de Buckingham manifestó que el coche fúnebre del príncipe se construyó en la fábrica de Land Rover en Solihull en 2003, cuando Philip cumplió 82 años, y se modificó a lo largo de los años con una sección trasera abierta para sostener su ataúd, con cambios finales hasta 2019, año en que cumplió 98. Felipe murió el 9 de abril a la edad de 99 años.
Entre otras cosas, Philip pidió que se repintara en verde bronce oscuro, un color utilizado en los Land Rover militares.
El vehículo sencillo y su aspecto militar reflejan al hombre mismo, un exoficial naval de habla franca. Antes de casarse con la futura reina Isabel en 1947, Felipe, entonces príncipe de la familia real griega, sirvió como oficial en la Marina Real británica durante la Segunda Guerra Mundial y participó en las batallas del Cabo Matapan y Creta en 1941.
Land Rover ha mantenido el vehículo desde que fue construido y lo mantuvo listo para el funeral en colaboración con la familia real.
Thierry Bollore, director ejecutivo de Land Rover, indicó que para la empresa era "un gran privilegio" haber trabajado con el príncipe, quien visitó los sitios de la compañía a lo largo de los años y conoció a cientos de sus empleados. La compañía se sintió "honrada" de que uno de sus vehículos fuera utilizado en el funeral.
Londres / AP
