El papa Francisco inició el nuevo año con una oda a la maternidad, recordando a los fieles que el ejemplo y el abrazo de una madre es el único antídoto para el inconexo mundo de solidad y miseria de hoy en día.
La misa oficiada por el pontífice el martes en la basílica de San Pedro dio inicio formalmente a 2019. En su homilía, Francisco instó a los católicos a dejarse guiar de nuevo como cuando las madres guían a sus hijos.
"Necesitamos aprender de las madres que el heroísmo se muestra en la entrega de uno mismo, la fortaleza en la compasión, la sabiduría en la mansedumbre”, dijo.
El Año Nuevo llega tras un 2018 desastroso para el papa, que comenzó con el estallido de un escándalo por abusos sexuales y terminó con la sorpresiva renuncia del portavoz del Vaticano y su adjunta en una muestra de discordia y disfuncionalidad dentro de la Santa Sede.
Ciudad del Vaticano / AP