La profunda relación de amistad, los viajes y las colaboraciones que unieron a los escritores Charles Dickens y Wilkie Collins centran desde una exposición en Londres que permite descubrir «al hombre y al amigo» que había detrás del gran escritor inglés.
«Mutual Friends: The Adventures of Charles Dickens & Wilkie Collins» (Amigos comunes: Las aventuras de Charles Dickens y Wilkie Collins), abierta al público hasta el próximo 25 de febrero, explora el estrecho vínculo que mantuvieron los dos genios literarios británicos, compartiendo secretos, visitas por todo el mundo y producciones teatrales.
«Esta no es solo una exposición sobre un gran escritor, sino sobre dos grandes escritores, entre Charles Dickens (1812-1870) y su amigo Wilkie Collins (1824-1880)», subrayó este martes a EFE Emma Harper, la comisaria del Museo de Charles Dickens.
La experta observa que «no mucha gente sabe que (ambos autores) colaboraron juntos y que eran grandes amigos».
Esa profunda relación que vivieron queda patente, según recuerda Harper, en una «carta adorable que Charles envía a su amigo al separarse de (su esposa) Catherine. Su cumpleaños es al día siguiente y no le apetece hacer gran cosa, pero le dice: ‘¿Wilkie, te vendrías conmigo a Brighton (sur de Inglaterra) para animarme?».
En lo literario, la experta apunta que «sin duda, hubo influencias por ambos lados, aunque esto fue cambiando y al principio Charles Dickens era más como un mentor para Wilkie Collins; pues Wilkie (autor de ‘La dama de blanco’) estaba comenzando y Dickens era ya un escritor famoso (…) Wilkie tiene muchas ganas de aprender de este gran escritor».
Con el tiempo «ambos empiezan a colaborar juntos y se influyen el otro al otro; Wilkie se vuelve más famoso y se va estableciendo (como autor)».
Entre las diferencias entre los dos hombres, la experta comenta que Collins solía conceder más protagonismo en sus novelas a personajes femeninos, algo que hacia el final de su colaboración con su amigo también tuvo un «impacto» en Dickens.
La muestra está ubicada en la única vivienda en la que vivió Dickens en Londres que aún se conserva -y que hoy es un Museo que lleva su nombre-, donde escribió algunas de sus historias más reconocidas.
En una de sus salas, de hecho, se preserva el que era el estudio del autor, con el majestuoso escritorio en el que escribió las obras ‘Los papeles póstumos del club Pickwick’, ‘Oliver Twist’ y ‘Nicholas Nickleby’.
Charles Dickens y Wilkie Collins se conocieron cuando ambos trabajaban como actores en la obra de un amigo en común y su amistad continuó hasta el fallecimiento del primero. Su relación de camaradería se estrechó cuando en 1860, el hermano de Collins, llamado también Charles, se casó con la hija de Dickens, Katey.
La muestra incluye artículos originales escritos entre los dos hombres, obras como ‘En mares helados’ (1856), cartas manuscritas en las que comparten anécdotas o curiosidades, como una competición para dejarse crecer el bigote.
Está expuesto también un artículo de cinco partes de título ‘The Lazy Tour of Two Idle Apprentices’ (1857), basado en un viaje a pie en la que los dos amigos se perdieron por una montaña y durante la cual Collins se lesionó la pierna al caer a un río.
La pequeña exposición, que incluye fotografías familiares, dibujos a lápiz, libretas con anotaciones y algún cuadro, explora asimismo la teoría que indaga en la posibilidad de que fuera Colllins quien completó la última novela de Dickens, ‘El misterio de Edwin Drood’.
Londres / EFE