A sólo horas del 24 de diciembre, las calles del centro de Barcelona se inundaron de gente que recorría zapaterías, jugueterías, tiendas de ropa y electrónica en busca de estrenos y regalos para el tradicional Niño Jesús.
El bulevar 5 de Julio estuvo abarrotado de personas comprando y comparando precios en los locales; incluso, se formaron colas en aquellos en los que se ofrecían mejores ofertas.
Mesly Hernández fue una de las ciudadanas que salieron en busca de conjuntos para sus hijos “para que no pasen la Navidad tristes", pues por cuestiones económicas este año no pudo comprarles juguetes de obsequio. “Conseguí ropa medio económica en unos buhoneros del antiguo parque Tucusito, compré dos camisas y dos pantalones para mis dos niños por 15 dólares”, comentó.
Por su parte, Yulimar Sotillo aprovechó la promoción de cuatro blusas de dama por 10 dólares en un pequeño local cercano al hotel Barcelona. “Me quedé con esta oferta porque pienso asistir a varias reuniones a partir de mañana y en otros comercios una sola camisa vale $5”, dijo.
Las tiendas telefónicas también se mostraron bastante concurridas, algunos se quedaban en las vidrieras de afuera chequeando precios mientras que otros, como el señor Ricardo Ortiz, aprovecharon para comprar teléfonos inteligentes como regalo de Navidad.
“Tengo un hijo en Estados Unidos que me envió dinero para comprarle un celular a su hermano y un dispositivo Wifi para que se entretenga y haga las tareas cuando empiecen las clases”, manifestó.
Las zapaterías también estuvieron entre las más concurridas, tanto así que los ciudadanos debían esperar afuera de los locales hasta que se desocuparan adentro, tratando de cumplir con las medidas de distanciamiento social por la pandemia de Covid-19. Sergio Acosta, que esperaba su turno en un establecimiento, manifestó que se registró retardo en la mayoría de los comercios porque los sistemas de pago estaban caídos.
Barcelona / Milena Pérez