Parte de las tradiciones y cultura de El Callao se viven en los carnavales, cuyo comienzo oficial se dio con la tradicional misa de las madamas. El objetivo es rendir tributo a las primeras madamas que llegaron desde Las Antillas para ser amas de casa de las familias ricas, así como a Isidora Agnes, cultora y madama callaoense que destacó por su labor social en El Callao.
En la misa de las madamas estuvieron presentes autoridades regionales y municipales, como el gobernador Ángel Marcano y la primera dama Yajaira Arocha de Marcano; y el alcalde Coromoto Lugo y la primera dama del municipio, Esmaira de Lugo.
Destacó que este año por primera vez, una primera dama del estado Bolívar viste el traje tradicional y auténtico de madama, ya que en ocasiones anteriores se usaron trajes no representativos del significado de la vestimenta de las madamas.
«Esta fiesta no es templete, no es un bonche, es la identidad de un pueblo que tiene más de 170 años. El Callao tiene una cultura difícil de encontrar y seguimos luchando por fortalecer», destacó el alcalde Coromoto Lugo.
Parte importante de estas fiestas es el calipso, música tradicional de El Callao, por lo que insistió al gobernador que el 17 de agosto, Día Municipal del Calipso, también se declare día regional, con miras a llevarlo a instancias nacionales y reivindicar la historia callaoense.
Reiteró que casi 15 mil personas han llegado al municipio para el disfrute del Carnaval.
El gobernador Ángel Marcano destacó que la necesidad de que el pueblo callaoense mantenga su historia ancestral.
«Tenemos la responsabilidad de hacer conocer la cultura. Estamos unidos para trabajar por el pueblo de El Callao y el estado Bolívar, para que se mantengan las tradiciones», afirmó.
Tras culminar la misa de las madamas, continuó el tradicional desfile de las madamas, y en horas de la tarde los desfiles de comparsas.
El origen de las comparsas callaoenses data de 1890 aproximadamente, relata la cronista Frayma Orsini. Nació como toque de tambor y un canto de protesta de los negros, que no eran esclavos sino mano de obra calificada que venía con sus empleadores y que trajeron a las madamas de las Antillas Mayores y Menores para servir como amas de llaves.
Bolívar / Correo del Caroní