El nuevo programa migratorio anunciado por la Casa Blanca que busca frenar el incremento descontrolado de venezolanos que transitan a pie por la selva de Darién, -ubicada entre Colombia y Panamá-, ofrecerá también incentivos a aquellos connacionales que estén dispuestos a esperar y presentar una solicitud para ingresar legalmente a Estados Unidos.
Así lo aseguró este jueves, Blas Núñez-Neto, subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración de EE.UU., en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), quien aportó detalles sobre la polémica medida que incluye también la decisión de devolver inmediatamente a México a aquellos venezolanos que intenten cruzar de manera irregular la frontera norteamericana.
“Queremos decirle a todos los venezolanos que están contemplando ese viaje tan peligroso, o que están en el camino hoy en día, que no sigan para el norte porque no van a poder entrar por la frontera con EE.UU.”, subrayó Núñez-Neto, durante un encuentro con la prensa.
Según los datos proporcionados por el funcionario de seguridad, Estados Unidos continúa recibiendo cifras récord de venezolanos indocumentados a través de la frontera suroeste con México. La llegada de connacionales aumentó este año casi cuatro veces en comparación con 2021, un estimado de más de 180 mil encuentros con agentes de inmigración. Esta cifra representa más de 11% de todos los encuentros del año en la frontera.
“La migración irregular de venezolanos desde Colombia a Panamá, a través del tapón del Darién, se ha multiplicado más de 30 veces desde este abril y sigue creciendo”, agregó Núñez-Neto.
Los organismos de seguridad aseguran que más de 3 mil personas, en su mayoría venezolanos, están cruzando Panamá cada día en este momento.
“A fin de mejorar la seguridad de la frontera, Estados Unidos en conjunto con el gobierno mexicano, está implementando una política que impone consecuencias a esos venezolanos que cruzan ilegalmente y, al mismo tiempo, proporciona un incentivo, en forma de un proceso legal, para aquellos que están dispuestos a esperar y presentar una solicitud para venir a los Estados Unidos”, indicó.
Núñez- Neto hizo hincapié en el mecanismo legal, el cual, se basa en el modelo “Unidos por Ucrania”. El programa implementado originalmente para los migrantes desplazados por la guerra tras la invasión rusa, es un proceso simplificado para solicitar la entrada a Estados Unidos.
En el caso de Venezuela, se resume en los siguientes pasos:
1.- El beneficiario, es decir, el venezolano que desee ingresar a EE. UU. debe contar con un “patrocinador” (puede ser un familiar o conocido) que viva de manera legal en Estados Unidos y que pueda comprobar que tiene los recursos financieros para proveerle asistencia al migrante por un lapso de dos años. Asimismo, este patrocinador deberá presentar una solicitud en el nombre del beneficiario venezolano.
2.- Los trámites deberán hacerse vía on line y serán gratis. No tendrá ningún costo ni para el beneficiario, ni para el patrocinador.
3.- Los datos del beneficiario serán revisados en las bases de datos de seguridad nacional y pública estadounidense, antes de darle una autorización de viaje que le permita entrar al país.
4.- El ingreso a EE. UU. sólo será por avión. Es decir, no podrá ser por la frontera vía terrestre.
4.- El beneficiario recibirá un permiso de trabajo por dos años.
5.- Los venezolanos no serán elegibles para participar en este proceso, sí han ingresado a EE. UU. sin autorización por la frontera con México después del anuncio hecho el pasado 12 de octubre, o si han ingresado irregularmente a México o Panamá después de la fecha del anuncio.
“Los migrantes de Venezuela que no esperen su turno para acogerse a este nuevo proceso, serán devueltos a México y los que sí están dispuestos a esperar, tendrán un proceso legal para venir y recibir la autorización para trabajar en los Estados Unidos por hasta dos años”.
Blas Núñez-Neto
En términos de tiempo, la tramitación del ingreso podría resultar relativamente expedita. “Es un proceso que se puede mover muy rápido. En la experiencia de ‘Unidos por Ucrania’ hemos tenido casos donde la aplicación de viaje a los Estados Unidos ocurrió en menos de una semana. Así que no tiene que ser un proceso muy largo”, indicó Núñez-Neto.
Puntualizó que el objetivo de este programa “es desincentivar el movimiento de los venezolanos por el hemisferio, a Panamá, a México y a los Estados Unidos, y darles un incentivo fuerte en base de este proceso legal para que esperen dónde están, y acceden a los Estados Unidos de una manera regular que no involucre poner sus vidas en las manos de las pandillas y el crimen organizado. Pueden venir a los Estados Unidos para trabajar”, dijo.
La medida adoptada por la administración de Joe Biden, parece, por lo pronto, plantear un problema en México que verá colapsada sus zonas fronterizas con la presencia de venezolanos que no pueden ingresar a Estados Unidos.
El funcionario de seguridad fue consultado sobre la improbabilidad de que México atienda a todos los connacionales devueltos -sólo en agosto 25 mil cruzaron la frontera-, tomando en cuenta que los refugios de Tijuana y otras ciudades fronterizas ya están llenos.
“Nosotros hemos desarrollado este programa en conjunto con el Gobierno de México. Hemos tenido discusiones bilaterales y hemos llegado a este proceso qué provee la oportunidad para que los venezolanos vengan a los Estados Unidos sin tener que entrar a México.
Ambos gobiernos esperan que este proceso va a desincentivar a los venezolanos a que tomen este viajó riesgoso y que vamos a ver una disminución del número de venezolanos que están tratando de entrar”.
Por otro lado, Núñez- Neto fue tajante al señalar que los migrantes venezolanos que intenten cruzar la frontera, tampoco tendrán derecho a solicitar asilo político y puede ser devueltos a México, ya que la medida de restricción se sustenta en el llamado “Título 42, que es una autoridad de salud pública” y no de inmigración.
“En la frontera esa autoridad tiene prioridad por encima de nuestras autoridades de inmigración. Acerca de poblaciones vulnerables hay un proceso para que, en estos casos, no importa de qué país sea la persona, incluyendo a los venezolanos, se pueden presentar en nuestros puntos de entrada para recibir excepciones al Título 42 y ser procesada para entrar de una manera más regular y ordenada”.
Según cálculos extraoficiales, en este momento cerca de 60 mil migrantes podrían estar viajando entre el Darién y México, con el fin de llegar a Estados Unidos. Incluso, Organizaciones No Gubernamentales (ONG) hablan sobre la posibilidad de que ocurran violaciones a los Derechos Humanos, en casos de personas que hayan vendido sus pertenecías en Venezuela para viajar y ahora corran el riesgo de ser deportadas por el gobierno de México.
“El gobierno de México tiene sus obligaciones bajo la ley internacional", indicó el funcionario al ser interrogado al respecto.
“Nuestros colegas en el Departamento del Estado están hablando muy de cerca con organizaciones internacionales para aprobar albergues y lugares para que esa gente pueda tener un lugar para quedarse. Nuevamente, una cosa que también queremos decirle a los venezolanos que no hay necesidad de estar en la frontera para poder acceder al proceso legal. En realidad, este proceso no va a permitir que la gente entre por la frontera. La gente va a tener que viajar a los Estados Unidos por vía aérea a un punto de entrada interior”, finalizó Núñez Neto.
Caracas / Rodolfo Baptista
