En un acto que ha sacudido los cimientos de la política venezolana, Edgar Zambrano, presidente de Acción Democrática (AD) En Resistencia, denunció la toma de las instalaciones del partido en el Estado Lara.
Este evento, que tuvo lugar en la sede conocida como La Pochocha, ha sido calificado por Zambrano como un "acto delictivo" perpetrado por lo que él describe como "hampa política". La situación refleja las tensiones internas y externas.
Zambrano detalló cómo un grupo de individuos, incluyendo menores de edad y personas de localidades ajenas a la seccional Lara, irrumpieron en la sede armados con pistolas eléctricas y gas pimienta.
Según el líder político, estos actos fueron realizados con el objetivo de amedrentar a la militancia de AD, un partido que ha sido un pilar en la historia política de Venezuela.
Subrayó que, de existir un verdadero imperio de la ley, tanto la Constitución como el Código Orgánico Procesal Penal deberían aplicarse a los invasores.
El presidente de AD En Resistencia también criticó la utilización de un "instrumento jurídico" que, según él, constituye un fraude procesal para justificar la toma de las instalaciones. Este documento, emanado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), no otorga derechos sobre la disposición y administración de los bienes del partido, que son considerados bienes inmateriales pertenecientes a la militancia y dirección de AD y no a particulares.
Zambrano expresó su vergüenza y pena al señalar que los individuos que tomaron la sede no son reconocidos por la seccional de AD en el Estado Lara y carecen de respaldo político y partidista. Este evento, a su juicio, es un reflejo de la falta de respeto hacia la sociedad política larense y una muestra de la carencia de militancia genuina por parte de los invasores.
El dirigente prometió defender los derechos del partido en los organismos correspondientes, confiando en que el imperio de la ley prevalecerá. Este incidente resalta los desafíos que enfrenta la democracia en Venezuela, donde las instituciones y el respeto por la ley son constantemente puestos a prueba.
