La cifra de muertes por paludismo se incrementa en el estado Anzoátegui y así lo reflejan las estadísticas llevadas en el diario El Tiempo desde el 2017, cuando se contabilizaron 36 fallecidos por la enfermedad.
En esta oportunidad dos nuevas víctimas pasan a engrosar la lista de personas que han perdido la vida por complicaciones causadas por la malaria.
El pasado lunes en horas de la noche falleció Joswald Rafael Cova Noriega, de 34 años, quien estaba recluido en el hospital Luis Razetti de Barcelona desde hacía tres días.
Sus parientes lo trasladaron desde la población de Píritu, ubicada en la zona oeste de la entidad, hasta la capital del estado, pues el joven tenía más de dos semanas de haber sido diagnosticado con malaria y no había recibido el tratamiento correspondiente.
En horas de la mañana de ayer otra muerte se registró en la entidad. Se trataba de Estiven Josué Córdova, de 42 años, quien habitaba en el sector Mayorquín III de Barcelona.
Familiares y allegados del infortunado aseguraron que estaba hospitalizado en el principal centro asistencial de la entidad desde hacía una semana y pese a que le suministraban el tratamiento, no logró superar la enfermedad y falleció.
Al respecto, el director del Colegio de Médicos en el estado Anzoátegui, Arquímedes Velásquez, explicó que las nuevas muertes registradas por paludismo en la entidad obedecen a la recaída de pacientes que no recibieron los fármacos completos.
“Desde noviembre no llegaba tratamiento y muchas personas consiguieron algunas dosis que las ayudaron a disminuir los síntomas característicos de la malaria. Sin embargo, el parásito no desapareció”.
Velásquez explicó que el tratamiento es de 15 días consecutivos y que si no es suministrado de manera adecuada el parásito se hace más resistente y agresivo.
“Si la persona tiene alguna patología de base la enfermedad se complica y puede llegar a ocasionar la muerte”.
Acotó que el desmejoramiento del sistema inmunológico de estas personas las hace más vulnerables, por lo que debe ser medicadas con especial atención.
Para Velásquez, el sector salud del estado carece de presupuesto para activar cercos epidemiológicos adecuados y oportunos, lo que permite que la cifra roja se incremente.
“Tenemos a los nuevos pacientes y a los que ya fueron diagnosticados y creyeron que habían acabado con el parásito al ingerir unas pocas dosis de tratamiento”.
Por su parte, el presidente del Instituto Autónomo para la Salud en Anzoátegui (Saludanz), Humberto Omaña, explicó que se están tomando todas las medidas correctivas y de atención inmediatas para evitar la propagación del mosquito anófeles.
Acotó que mañana iniciarán una jornada de fumigación en los sectores más afectados del municipio Bolívar, con colaboración prestada desde el estado Sucre.
“Tenemos las máquinas dañadas y no tenemos presupuesto para repararlas. Vendrán a fumigar los días miércoles, jueves y viernes”.
Indicó que gran parte de los pacientes con paludismo que están recluidos en el Razetti se encuentran en delicado estado de salud.
En ascenso
Se conoció de manera extraoficial que en el estado Anzoátegui existen más de 15 mil casos de paludismo activos y que a la sede de Salud Pública, ubicada en el sector 29 de Marzo de Barcelona, acuden a diario más de 100 personas que esperan les realicen la prueba de descarte de la enfermedad. Pacientes claman por la asignación de tratamiento oportuno.
Barcelona/ Giovanna Pellicani
