Con la presencia de las autoridades de la iglesia católica en Carúpano, se inauguró este martes el Salón “Juan Pablo II”, en las instalaciones de la Casa de la Caridad Santa Ana, sede de Caritas en la capital de Bermúdez.
La instalación se pone en servicio para atender las necesidades formativas de las comunidades de la zona, pero además de la región de Paria, que se encuentran dentro de la Diócesis de Carúpano.
La bendición y la apertura del salón, con capacidad para unos 200 participantes en cursos, talleres, charlas y eventos, fue hecho por el obispo de Carúpano, monseñor Jaime Villarroel, quien puso de relieve el apoyo de la Diócesis de Cesenia, de la zona de Sarsina, en la Romagna al norte de Italia, que aportó los recursos para la ampliación y el acondicionamiento del espacio.
Monseñor resaltó la alianza con sus pares italianos, para poder impartir formación a los jóvenes de las comunidades carupaneras y grupos etarios de los distintos sectores del municipio.
Igualmente, destacó la actuación de los jóvenes de la Orquesta Sinfónica de Carúpano, que brindaron su actuación durante el evento. “Esta obra ha sido fruto de un sueño, del padre Giorgio Bissoni, sacerdote de esta diócesis, con un grupo de personas. Aquí se imparte la caridad y el amor, y se ayuda a los más necesitados”.
El padre Jesús Villarroel, director diocesano de Caritas Carúpano, dio cuenta del beneficio para unas 200 personas que se beneficiarán con cada evento que se lleve a cabo en el salón nombrado en honor al Papa Juan Pablo II.
Villarroel señaló que en este año 2023 la intención es organizar medios de vida, que la comunidad pueda tener herramientas para enfrentar la crisis económica que vive el país. “Por eso en la casa Santa Ana, en alianza con Fe y Alegría, damos cursos en costura, cocina, repostería, chocolate, doctrina social de la iglesia y por eso este salón es un espacio digno, adecuado para toda esa formación de nuestra población”.
Los padres Giorgio Bissoni y Derno Georgetti, sin duda fueron protagonistas de la jornada, cuando se reconoció públicamente que sus esfuerzos, desde la Diócesis de Cesenia, se han ido cristalizando es iniciativas que sirven a las personas más necesitadas de Carúpano.
El padre Jorge, como todo el mundo conoce al barbudo personaje popular en la parroquia Bolívar, donde ejerce como sacerdote, llegó a Venezuela como misionero, hasta llegar a Carúpano, hace unas cuatro décadas, la mitad de las cuales se las dedicó a la zona de Paria.
“Aquí vinimos con el ánimo de compartir las preocupaciones cristianas, la atención a los problemas del pueblo, de la comunidad, acompañados siempre con algunas obras buenas que llevar adelante, iniciativas de los fieles de aquí, pero abriéndose también a la colaboración de la Diócesis de Cesenia, que nos ha apoyado, y que es de dónde venimos el padre Derno y yo, que hemos sido un pequeño equipo”.
Bermúdez / Cecilia Lárez
