Obstinados. Así se encuentran los habitantes de Clarines, municipio Bruzual del estado Anzoátegui, porque el Cementerio Municipal de esa localidad se transformó en una especie de "baño público".
"Los buhoneros y beodos (personas que consumen alcohol en grandes cantidades), que están en la plaza aledaña al cementerio, usan al lugar de descanso de los difuntos como sanitario púbico. Es por eso que consideramos que deben ser reubicados los vendedores ambulantes, para evitar que la gente, sin ningún tipo de vergüenza, haga sus necesidades al aire libre", dijo Rafael, quien omitió su apellido por temor a represalias.
"Entiendo que los trabajadores informarles tienen derecho a ejercer sus profesión, pero no estoy de acuerdo con que su presencia afecte a un lugar emblemático de la Ciudad Museo de Clarines. Pienso que deben ser reubicados, porque en otras zonas hay baños que se pueden acondicionar para que ellos dejan de usar el cementerio como su sanitario y basurero", agregó.
El hombre, que llamó a una concentración en el Grupo Escolar Monseñor Álvarez para exigir el desalojo y reubicación de los comerciantes independientes, piensa que la Alcaldía de Bruzual debe construir un mercado especial para buhoneros, pues eso les permitiría laborar de una forma más cómoda, así como evitar que se contamine el camposanto con heces fecales, orina y basura que arrojan principalmente los borrachos. Descartó la idea de edificar un espacio para vendedores no formales en la Plaza Bolívar.
"No sé puede crear un mercado en la Plaza Bolívar porque eso perjudicaría la imagen del casco central del pueblo por el simple hecho de vender pescado, carnes y pollos ante la imagen del Libertador. Me pregunto ¿dónde harían sus necesidades estos individuos? Seguramente, ocurriría algo similar a lo que pasa en el cementerio y eso no puede ser posible", agregó.
"Pienso que se debe hacer algo similar a lo que se realizó en Barcelona, pues allí se creó el Mercado Bolivariano de Buhoneros, para que ellos laboren sin perjudicar a las demás personas. Aquí, en Clarines, hay espacios abandonados que pueden servir para fundar algo así".
Este ciudadano, que se identifica como alguien que defiende las buenas costumbres y respeta las leyes, insta a las autoridades gubernamentales de Bruzual a negociar con los buhoneros para que acepten la propuesta de mudarse a otro sitio, pues no considera adecuado que ellos ejerzan sus funciones en la plaza aledaña a la necrópolis de Clarines.
"La exalcadesa Francisca Rojas quiso, en una oportunidad, reubicar a esta gente y mostró la disposición de dialogar, pero los comerciantes informales se negaron a hacerlo porque seguían las órdenes de un supuesto protector que jamás dio la cara. Es bastante lamentable, porque parece que no les interesa acabar la contaminación de Clarines", añadió Rafael quien aboga porque los buhoneros reflexionen y dejen el lugar que ocupan actualmente.
"Los buhoneros tienen que saber que no pueden impedir que las personas caminen libremente, sin riesgo a ser embestidas por motos o carros de las calles. Los comerciantes ilegales deben dejar la plaza y las aceras para que el pueblo transite sin problemas", concluyó.
Clarines / Redacción Web