Destruido y desolado. Así luce el antiguo cuartel de bomberos del Núcleo de Anzoátegui de la Universidad de Oriente (UDO), conocido como Destacamento Número 2.
Al recorrer las diferentes áreas de lo que queda de estas instalaciones da la sensación de que el lugar sufrió la embestida de un huracán.
Y es que en el piso se puede apreciar el deterioro, pues hay restos de escritorios regados, material de oficina, pedazos de las paredes, cableado del sistema de radio y, por si fuera poco, una notable cantidad de maleza.
A esto hay que añadirle que el lugar no tiene techo porque la delincuencia se lo ha ido llevando poco a poco, al igual que las partes de la ambulancia, un vehículo pequeño de traslado y el camión cisterna que, antes de ser inhabilitados por falta de repuestos e insumos, eran unidades esenciales que utilizaban los bomberos para cumplir con sus labores de rescate y atención de emergencias.
Esta edificación que por mucho tiempo fue un punto de encuentro para adultos, jóvenes y hasta niños, actualmente es un espacio en ruina donde reina el silencio y la desidia.
Cuando el equipo de El Tiempo acudió a esta sede de los bomberos universitarios con los únicos ciudadanos que se encontró fue con miembros de una cuadrilla de limpieza, quienes manejaban poca información sobre el recinto.
"Aquí no se ven bomberos desde hace tiempo. Hace días estábamos limpiando y sí observamos a algunos individuos llevándose lo poco que queda de la ambulancia. Imaginamos que para vender el hierro", comentaron.
Según una nota publicada en abril de 2020, en un medio nacional, la decana del Núcleo de Anzoátegui de la UDO, María Teresa Lattuca, denunció que el cuartel de bomberos de la universidad había sido "saqueado" durante el mes de marzo.
En esa oportunidad declaró que los equipos y vehículos fueron desvalijados por desconocidos.
Detalló que los presuntos delincuentes cargaron con cables, piezas sanitarias, lámparas y herramientas de los funcionarios de rescate.
Ese día Lattuca destacó que hasta febrero de 2020 la sede de los bomberos fue resguardada por un grupo de milicianos, no obstante, éstos fueron retirados una vez se declaró la cuarentena nacional por la pandemia de Covid-19.
"Luego, durante la pandemia, eso lo desmantelaron por completo. Ahorita no hay ni techos, de broma y están las paredes. Esta sede quedó prácticamente en el suelo. Es muy lamentable que se haya perdido este punto de bomberos tan importante. Ahora con el tema de las lluvias estarían ayudando mucho", expresó el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la UDO (Sintraudo), Ignacio Díaz.
"Recuerdo que hace cuatro años estábamos haciendo gestiones para contratar bomberos que trabajaran en la sede de la universidad, pero ellos vieron que las ofertas que tenían en otros países eran mejores. Por eso muchos se fueron al extranjero, pues cuánto podrían ganar aquí".
Ignacio Díaz
Secretario general de Sintraudo
Tal y como se puede leer en la placa de inauguración, al cual aún está en la fachada principal del recinto y es lo único que no se ha llevado la delincuencia, el Cuartel de Bomberos Universitarios Destacamento Número 2 fue fundado el 22 de abril de 2004.
Según la información aportada por bomberos que pertenecieron a las filas de esa institución, en esta sede trabajaban por guardias de 48 horas (luego tenían 48 horas libres), contaban con una nómina aproximada de 12 a 13 funcionarios y tenían disponibles una unidad de rescate, una de incendios y dos ambulancias.
"Nuestra área de acción era la UDO, el campus como tal, pero siempre prestábamos apoyo a los bomberos estadales en incendios, accidentes y traslados de lesionados. También éramos guardias y custodias de los actos de grado de la universidad", contó Anaís Salazar, quien formó parte de los bomberos de la UDO durante 13 años.
Cabe mencionar que los fundadores del Destacamento 2 fueron Ángel Zambrano, Osmar Vicent, Onancy Chacón, Manuel Bello, Lorny Martínez, Geovany Cayamo y Pedro García, entre otros. Todos formaron parte de la primera promoción de bomberos de la UDO-Anzoátegui.
Tras conocer el estado actual del recinto fundado hace 18 años, Salazar manifestó que esto "me ha dolido mucho".
"Antes era una súper estación hermosa de dos cuadras. Tenía dormitorio masculino y femenino, un comedor, depósitos, un área techada que fungía como gimnasio, estación de radio, vehículos. Teníamos hasta una planta generadora de corriente, una mototrozadora, motosierra y equipos de rescate. Todo eso se logró por la universidad. Nosotros sólo nos encargábamos de preservar el lugar y durante el tiempo que estuve allí hacíamos cursos y recibíamos donaciones para mantener la estación, es decir, para pintar, cambiar bombillos o construir cosas, como depósitos", relató.
La exfuncionaria de los Bomberos de la UDO precisó que la institución dejó de prestar servicio como tal a finales de 2018, sin embargo, hizo énfasis en que la decadencia empezó a notarse, de manera progresiva, entre 2015 y 2016.
"Lo primero que ocurrió es que los miembros del destacamento comenzaron a migrar del país porque ya no había apoyo de la UDO, luego se fueron dañando las unidades y así sucesivamente. Hace un año hicimos reuniones, de manera virtual, varios de los que integramos el Destacamento 2. A los que están fuera del país quise decirles que recogiéramos dinero entre todos para levantar la sede, pero la realidad es que están muy decepcionados. La gente sintió que todo se acabó por no tener más apoyo de la universidad ni de la comandancia, ni de nadie. Y obvió, la pandemia terminó de acabar con lo que quedaba", explicó.
"Los bomberos son esa pasión que nunca morirá dentro de ti. Es como que no naciste siendo bombero, pero cuando mueres, definitivamente, mueres como bombero. Yo diría que 60% de los que formamos parte del Destacamento 2 se encuentran fuera del país. Somos casi una especie en extinción. Cuando ves a uno te sorprendes, pero ahí estamos".
Anaís Salazar
Médico y exintegrante de los bomberos de la UDO
Aun cuando en los últimos tiempos ni las autoridades del Alma Mater, ni el gobierno nacional se han pronunciado sobre este emblemático espacio, Salazar cree que la estructura aún se puede recuperar si se ejecuta un plan de acción eficiente.
Primero, acotó, se debe hacer un censo del personal para saber cuál es el recurso humano disponible para proteger las instalaciones, y luego empezar las labores de rehabilitación del recinto.
"La idea es que se establezca un plan de trabajo entre el gobierno y la universidad a fin de determinar cómo se va a mantener la institución y establecer nuevas relaciones con los organismos gubernamentales. Es muy importante que se pueda reactivar esta estación porque su ubicación es estratégica, incluso se encuentra cerca del hospital Razetti, mientras que las estaciones de Lechería, Barcelona y Puerto La Cruz quedan lejos", opinó Salazar, quien llegó a ser sargento II (B) de este cuartel de bomberos.
Hasta los egresados de la UDO-Anzoátegui recuerdan con cariño y nostalgia la estación de bomberos.
"Eran de gran beneficio, no sólo para la universidad sino también para las comunidades, y no solo las más aledañas. Recuerdo que una vez hubo un incendio en donde vivía (residencias Paseo Colón) y ellos vinieron a prestar el apoyo. En mis tiempos de estudiante, entre 2010 y 2016, ya trabajaban con las uñas, pero sí funcionaba, hasta dictaban cursos. Ellos mismos ponían dinero para comprar equipos, viajar y prepararse. Eso era lo que me comentaban amigos que eran colaboradores del cuerpo de bomberos", expresó el joven ingeniero Francisco Lee.
Otro de los que cursó sus estudios universitarios en el núcleo de la UDO, ubicado en Barcelona, Diego Cebey, destacó la labor de quienes formaban parte de los apagafuegos.
A su juicio, los bomberos y colaboradores conformaban un "equipo profesional" que siempre llegaba a tiempo.
"Siempre que había un herido o pasaba algo en la universidad, eran los primeros en estar en el lugar. Las instalaciones de los bomberos las tenían muy bien cuidadas y hasta ofrecían servicios de enfermería y primeros auxilios. Un par de veces fui con dolores en la espalda y me atendieron", añadió.
Actualmente lo que queda de la estación de bomberos de la UDO son los buenos recuerdos, habrá que esperar a ver si las autoridades nacionales, o las de la universidad, hacen las gestiones respectivas para levantar esta institución que salvó más de una vida en la zona norte del estado Anzoátegui.
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez Pino
