Un adolescente de 14 años murió al recibir una descarga de perdigones en el lado derecho del rostro, cuando manipulaba una escopeta calibre 16 milímetros, mientras descansaba en un chinchorro.
El suceso se registró la tarde del lunes, cuando la madre del menor estaba en la cocina preparando la cena en la humilde vivienda de la familia, situada en los predios del fundo Génesis, en la población de Múcura, municipio Miranda, a dos horas de El Tigre, al sur del estado Anzoátegui.
Al parecer, el chico, cuya identidad se reserva de acuerdo con lo establecido en la Ley Orgánica del Niño, Niña y Adolescente (Lopna), reposaba después de revisar una siembra y se puso a introducir en la recámara del arma de fuego una concha que supuestamente estaba vencida y jaló del gatillo.
Falleció ipso facto y quedó dentro de la hamaca.
Su progenitora, al escuchar la detonación, corrió al pasillo y observó el cadáver del mayor de sus tres hijos.
El padre del muchacho dijo que cuando sucedió el hecho fatal estaba en El Tigre, pues había ido a comprarle un par de zapatos a su hijo. Este tenía previsto viajar el fin de semana a Pariaguán a visitar a sus hermanos y primos.
“Me esperaba con ansias y contento porque le llevaba el regalo. Qué desgracia”.
Puerto La Cruz / Sol Vargas García