“Mi familia solía trabajar en las calles de Porlamar. Vendíamos café, caramelos. Un día mi mamá me había dejado solo trabajando en el puesto mientras ella hacía diligencias y fue allí cuando pasaron tres chicos vestidos con ropa de ballet y me llamó mucho la atención. Sin dudarlo dos veces les pregunté si eran bailarines y dónde bailaban. Me ignoraron por un segundo. Siguieron caminando, pero volvieron hacia mí. Me dieron toda la información, la memoricé y al siguiente día tomé un bus y me fui solo en busca de mis sueños”.
Ese recuerdo infantil de Daniel Guzmán Girón refleja el empecinamiento genético que es tan importante como el talento. La puerta a tocar aquel día que cambiaría su vida era la Fundación Ballet de la Mar, escuela en Pampatar de Martha Ildiko Gómez, maestra formada en el Ballet Nuevo Mundo y el Ballet Teresa Carreño en Caracas.
Daniel no sabía nada de eso, como tampoco muchas otras cosas, dulces y agrias de la vida y la naturaleza humana. Al llegar “la escuela estaba cerrada. Eso no me detuvo porque fui al siguiente día, pero la encontré cerrada por segunda vez. Me sentí triste ya que pensaba que mi sueño de encontrar una escuela de ballet había sido sólo un sueño. No fue hasta el tercer día que encontré la escuela abierta y me recibieron con los brazos abiertos. Por supuesto llamaron a mi mamá por teléfono ya que solamente tenía 12 años. Ella contestó asustada porque no sabía dónde yo estaba… hasta que la secretaria le explicó todo por mí y le pidió permiso para yo estar allí y tomar una clase de prueba. Desde entonces toda la escuela me arropó y me apoyó”.
Como estudiante ganó varios concursos en Venezuela y después de graduarse del Ballet de la Mar la meta era entrenar en Estados Unidos. A Nueva York arribó luego de experiencias en Colombia y Florida. “En abril de 2023 participé en una de las competencias más importantes del mundo -Youth American Grand Prix 2023- y allí, ganando el primer lugar, fue donde recibí la oportunidad más importante de mi vida: un contrato para unirme al American Ballet Theatre Studio Company (ABT). Pero no fue hasta enero de 2024 cuando las estrellas al fin se alinearon y pude empezar mi carrera en esa prestigiosa compañía”.
Desde entonces es miembro de la ABT en Manhattan, bajo la dirección artística del bailarín y actor Sascha Radetsky. Ahora a sus 20 años -cumplirá 21 en septiembre- sentado en el famoso Lincoln Center de Nueva York, quizás el complejo cultural más famoso y competitivo de Estados Unidos, Daniel cuenta su historia con naturalidad, pero es difícil no darle atisbos de cuento de hadas junto a un talento innato y muy selecto: bailar ballet.
-Todo comenzó al tener alrededor de 6 ó 7 años de edad y fui el único varón que bailó las danzas tradicionales -joropo y tambor- con todas las alumnas de mi salón. Desde entonces noté que sentía una atracción profunda hacia el mundo del baile. Pero no fue hasta los 12 años que inicié mis estudios en Ballet de la Mar.
-Para mí la diferencia es la capacidad de crear arte con tu cuerpo y realizar movimientos que expresan y transmiten mensajes, ideas, formas; y sobre todo que liberan emociones.
-Diría que esto nos pasa a todos, pero lo más difícil es cuando pierdo el enfoque por momentos, cuando sin querer olvidas el por qué haces lo que haces y entonces es allí cuando me recuerdo a mí mismo que todo vale la pena porque amo y disfruto lo que hago. Cuido mi cuerpo con buen descanso, buena alimentación y buena hidratación. Además de tener apoyo de nuestros fisioterapeutas.
-Diría que la clave para todo sueño o meta es la constancia, fe y disciplina. No importa de dónde vengas, lo que importa es tener claro a dónde quieres llegar y cuánto estarías dispuesto a dar de ti para lograrlo. En lo personal, puedo decir que conté con el apoyo y respaldo de personas que creían en mí y estoy tan agradecido por eso…
-A lo largo de los años he tenido la gran fortuna de coincidir con personas maravillosas que han influenciado en mi formación, crecimiento y me han respaldado de manera significativa. Sólo por mencionar algunos nombres diría que Martha Ildiko Gomez, quien fue mi maestra de formación de ballet en Venezuela; sin duda alguna es un pilar importante en mi vida al igual que mi mentor Ernie Prinz y María Cristina Anzola (fundadora del Ballet Internacional de Caracas con Vicente Nebrada y Elías Pérez Borjas, y actual miembro de la directiva del New York City Ballet). Ellos para mí son mis ángeles. Y por supuesto el apoyo emocional de mi madre, Belkis Johelys Girón Díaz.
-Me veo siendo bailarín principal del American Ballet Theater, teniendo una carrera exitosa y viajando por el mundo.
-Por supuesto extraño Margarita, pero sobre todo extraño a las personas que me vieron crecer en mi escuela de ballet.
2023: 1st Place Grand Prix Winner at Youth American Grand Prix Tampa & Finals.
2023: Grand Prix at Youth American Grand Prix Nashville Semi:Finals.
2023: Universal Ballet Competition 1st Place Senior Classical & Contemporary.
2023: Universal Ballet Competition Grand Prix & Legacy Awards Finals.
2023: Universal Ballet Competition Finals Gala “Talisman” 2023 The Arpino Centennial Celebration Chicago Gala ~ “Birthday Variation”.
2023: Shake the Ground Fort Lauderdale 1st Place Classical & Contemporary.
2021: Europa in Dance Competition 1st Place.
2020: Danza Activa Panama Competition ~ 2nd Place.
2019: PURADANZA (Colombia) 1st Place.
2018: PURADANZA 1st Place Classical Solo and 1st Place Pas de Deux.
2017: PURADANZA Grand Prix.
Nueva York / Andrés Correa Guatarasma
