Vecinos de Caigüire en la parroquia Valentín Valiente de Cumaná, en el estado Sucre, protestaron a las afueras de la empresa La Gaviota, por lo malos olores que expiden las chimeneas de la procesadora de especies marinas.
Varios afectados, entre ellos la vecina Mildred Pereda, se quejaron de que en los alrededores ya no se puede vivir por los olores nauseabundos que se perrciben, e incluso, denunciaron que ya se han empezado a manifestar enfermedades respiratorias en la población por el humo que emanan las chimeneas.
Francys Coronado, una de las denunciantes, dijo que tiene una sobrina enferma con bronquitis debido al humano. “Eso no se soporta”, expresó.
“La hediondez no la soportamos aquí en Caigüire, uno lava y la ropa se pone hedionda a puro pescado”, dijo Pedro Hernández.
Mary López, residente de calle Carúpano, dijo que salió a protestar porque es muy fuerte el mal olor, y obtuvieron información de que están quemando sardina en mal estado que traen de otras empresas.
Caigüire es un sector de tránsito obligado para quienes vienen de la zona este del municipio y van hacia el centro, a través de una conexión vial con la Perimetral de Cumaná.
De allí, que sea muy notoria la situación, no sólo para los residentes de la zona, sino también para quienes circulan por la vía.
El legislador de Soluciones por Venezuela, Miguel Vásquez, se hizo eco de la denuncia de los vecinos de Caigüire, al solicitar una investigación, que permita determinar la responsabilidad en el tema ambiental, pues La Gaviota es una empresa del Estado, bajo la rectoría del Ministerio de Pesca.
Sin embargo, dijo, habrá que aclarar de quién es el horno de quemado de vísceras y desechos de sardina, pues si es de un privado está obligado a hacer inversiones para filtros e incluso, debería estar fuera del perímetro de la ciudad.
Señaló que la empresa debería tener unas cavas de almacenamiento, para evitar que se pudran los residuos, pues los dejan al aire libre y se aumenta la putrefacción y causa malestares graves a los vecinos.
Instó a las autoridades de Fundasalud y de los ministerios de Salud, Ecosocialismo, Ciencia y Tecnología, a que procedan con inspecciones en la planta, que de forma periódica generan esas crisis ambientales y sanitarias.
Cree que los picos en las emanaciones se producen en épocas de alta producción, cuando llega materia prima de Pescalba, Fextun y otras procesadoras, que aparentemente no tienen horno de quema, ni pueden botar los desechos en los vertederos.
“Hay que hacer una averiguación, una investigación pertinente, porque no estamos viviendo en una sociedad arcaica, sino que tiende a modernizarse y los ciudadanos reclaman sus derechos, donde no se puede impedir el desarrollo de la empresa privada, pero que se haga de manera equilibrada, que sea correspondiente con el bienestar del área donde está inscrita”.
El legislador llamó la atención en torno a la producción de la harina de pescado, que cuesta unos $20 por saco, pero cuya producción no puede dañar el entorno.
Llamó la atención del gobernador Gilberto Pinto y el presidente de Fundasalud, William Meneses para que pongan un freno a la explotación sin control.
Instó a un debate con todos los sectores para que cuando se instalen las empresas, lo hagan en los sitios adecuados, que no afecten al entorno. “Para que las chimeneas de las procesadoras de pescado sean lo suficientemente altas y tecnológicamente acopladas para que se eviten procesos contaminantes”.
Vásquez llamó al ministro de Pesca, Juan Carlos Loyo, a revisar la situación y que se abra una investigación en torno a este problema, que ya se produjo el año pasado y que pese a las denuncias no se solucionó.
Sucre / Cecilia Lárez
