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Crecimiento de 5% en la economía, producción petrolera cercana al millón de barriles y aumento salarial prevén economistas para 2024 

enero 9, 2024
Ingresos adicionales para 2024 de entre $ 7 mil millones y $ 10 mil millones permitirían un aumento de salario mínimo / Foto: Archivo

Tras un año decepcionante en materia económica -donde las cifras de crecimiento resultaron menores a las proyectadas por los especialistas-, este 2024 se perfila con un mejor desempeño, específicamente, en relación al flujo de ingresos producto del eventual alivio de las sanciones económicas.

Según distintos analistas y organismos nacionales e internacionales, las estimaciones del Producto Interno Bruto (PIB) para este año -monto total por la producción de bienes y servicios del país-, apuntan a un alza  promedio de  5%. Los porcentajes oscilan entre 2% y 3% (los más conservadores), y, 10 % (los más optimistas).

Los pronósticos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), calculan un crecimiento de la economía venezolana de 2,7 %, una desaceleración con respecto a 2023. De hecho, la Cepal tuvo que reajustar sus estimaciones para el país: a comienzos del año pasado se esperaba un repunte de 5% en el PIB de 2023, no obstante, en su informe final de diciembre lo corrigió a 3,2%.

Pero el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un repunte de 4,5% para 2024 -una leve mejoría con respecto al año pasado, cuando su estimación fue de 4%.

Más optimistas resultan las proyecciones de la firma consultora Ecoanalítica. Su socio-director, Asdrúbal Oliveros, asegura que la economía mejorará 9,7%, apuntalada por el aumento de consumo y la reactivación de la actividad petrolera.Cifras similares a las de Ecoanalítica fueron divulgadas por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) en su informede Desempeño Macroeconómico de Venezuela, publicado en diciembre, donde se pronostica un crecimiento de entre 4% y 8% debido, en buena parte, al impacto positivo del alivio de las sanciones.

Pero, todo sea dicho, las estimaciones positivas del PIB no significa que Venezuela esté por salir del foso en el que se encuentra desde hace casi una década.

A partir de 2014, y de forma consecutiva, los registros anuales de crecimiento fueron negativos: -3,9%; - 6,2%; -17%; -15,7%; -19,6%; -35%; -30% y -1,5%. Sólo a partir del tercer trimestre de 2021 se comenzaron a reportar cifras positivas.

Pero las caídas acumuladas durante la turbulenta recesión de ocho años, redujeron en 83% la economía venezolana.

La recuperación experimentada en los últimos 10 trimestres no ha sido suficiente para afirmar que Venezuela ha salido de la zona de crisis. Al contrario, los analistas señalan que para explicar lo ocurrido en el país se puede hacer el paralelismo con una persona de 90 kg que perdió 60 kg. Si, ahora, recupera 3 kg (un incremento de 10% en el peso), sólo podría hablarse de leve mejoría, pero aún estaría muy lejos de encontrarse en una situación saludable o de normalidad.

Para el 2024 las finanzas del país pueden experimentar un crecimiento, pero continúan navegando en aguas de inestabilidad y riesgo, sobre todo, tomando en cuenta las incidencias político-electorales que podrían frenar la esperada flexibilización de las sanciones. 

Más ingresos petroleros

De acuerdo a Ecoanalítica existen dos situaciones que van a condicionar el desempeño de la economía venezolana en 2024.

La primera, son las licencias otorgadas el 18 de octubre por el gobierno de Estados Unidos, que relajan las sanciones impuestas contra Venezuela desde 2017 y abren un margen de maniobra financiera para la explotación de petróleo, de oro y la actuación del Banco Central de Venezuela (BCV) y manejo de la deuda.

La flexibilización del comercio en el área de hidrocarburos, permitirá finalmente vender crudo de manera directa, sin intermediarios y sin descuentos -a causa de las restricciones, el crudo venezolano se vendía a un precio menor al establecido en el mercado. Ecoanalítica explica que los intermediarios llegaron a quedarse con 40% de las compras.

La firma calcula que, tras la relajación de las sanciones, entre enero y abril de este año podría alcanzarse un aumento de la producción de entre 70 mil y 80 mil barriles diarios -por vía de contratos con transnacionales similar al suscrito con Chevron. La cifra de incremento adicional para finales de año podría rondar los 200 mil barriles diarios -lo que significaría un aumento en los ingresos del país de 10 mil millones de dólares.

En total, distintos especialistas pronostican que la extracción de crudo podría, si no superar, si acercarse al millón de barriles diarios, la tan anhelada -y anunciada- meta del Gobierno desde el 2021.

De acuerdo con el más reciente informe del Pnud, la producción promedio del petróleo durante el tercer trimestre de 2023 fue de 779 mil barriles diarios. Mientras, según fuentes secundarias, el bombeo de hidrocarburos se ubicó en noviembre en 780 mil barriles diarios -el Ministerio de Petróleo reportó que la cifra alcanzó los 801 mil barriles diarios.

Para Ecoanalítica, las sanciones financieras aplicadas por EE. UU. desde 2017, y que se incrementaron entre 2019 y 2020, ahuyentaron a las empresas mixtas con capital extranjero en Venezuela, las cuales llegaron a aportar 60% de la producción del país.

En julio de 2019, los efectos de las agudas penalizaciones -sumados a años de corrupción y malos manejos administrativos-, llevaron la extracción de la principal industria a un promedio de 392 mil barriles diarios de petróleo, la cifra más baja desde 1934. Incluso, la actual producción es la tercera parte de los más de 2 millones 500 mil barriles que producía Venezuela en enero del 2016.

Aunque distintos analistas consideran viable alcanzar la cifra de 1 millón de barriles diarios para 2024, el experto y economista Rafael Quiroz Serrano, estima cuesta arriba alcanzar ese objetivo. Durante el foro “Perspectivas Petroleras para Venezuela”, organizado por el Observatorio Venezolano de Finanzas realizado el 19 de diciembre, el especialista prevé que para este año se alcancen a bombear solamente 900 mil barriles diarios. Para Serrano, esta cifra reportaría $7 mil millones adicionales a los obtenidos por el país en 2023 -un incremento de 43%.

Inflación desacelerada, pero alta

Si este año se prevén ingresos adicionales para las arcas del Estado de entre $ 7 mil millones y $ 10 mil millones por concepto de venta de hidrocarburos, para distintos expertos resulta obvio que uno de los principales destinos de este dinero - sobre todo en el marco de un año electoral, cuando se anticipa un aumento del Gasto Público-, sería el largamente esperado aumento de salario mínimo.

Desde marzo de 2022 -hace casi dos años-, el Ejecutivo no autoriza un ajuste de sueldo. En aquel entonces el monto de Bs 130 era equivalente a $30: en este momento, apenas alcanza los $3,60 producto de la devaluación experimentada por la moneda.

Venezuela mantiene el salario mínimo más bajo de la región. El segundo peor sueldo básico de continente es el de Argentina con $152 y, el mejor, es el de Costa Rica con $687 -el ingreso venezolano representa apenas 0,52% de este monto.

En paralelo, las cifras de inflación previstas para 2024 se mantendrán en el rango de los tres dígitos, aunque con una desaceleración con respecto al año pasado.

El Observatorio Venezolano de Finanzas apunta en su último informe de diciembre que para los próximos 12 meses se espera un repunte en el costo de bienes y servicios de entre 150% y 210% -para esta instancia estadística la actividad económica puede alcanzar un crecimiento entre 1,6% y 5,1%.

Según el Banco Central de Venezuela (BCV), entre enero y noviembre de 2023 la inflación acumulada alcanzó 182,9 % -una cifra similar a la reportada por el OVF para el mismo periodo -es decir, 181,6%. Esta última instancia explicó que la disminución de la tasa inflacionaria se debió a un menor incremento en la cotización del dólar y a una contracción de la demanda de productos.

El Ejecutivo siguió, a lo largo de 2023, la receta de evitar elevar el Gasto Público -dejando de lado los incrementos salariales- e insistir en el control cambiario a través de la inyección divisas a la banca nacional, para bajar la presión alcista de la divisa.

A lo largo de todo el año pasado la cotización oficial se incrementó 106% al pasar de Bs 17,48/$ a Bs 36/$. En 2022 el tipo de cambio del BCV se había elevado 280,82%.Las intervenciones cambiarias del máximo organismo emisor significaron la colocación de $4 mil799 millones el año pasado, 11,13% inferior a los $5 mil 400 inyectados en 2022. El último ejercicio fiscal se vio beneficiado por la actividad de la transnacional estadounidense Chevron que permitió tener la disponibilidad de dólares adicionales para su venta en el sistema financiero.

De cualquier modo, y a pesar de las perspectivas favorables, el Ejecutivo continúa manejándose en un escenario de inestabilidad y en el dilema de tener que elevar el Gasto Público en un año electoral, e insistiendo en el control cambiario por vía de la inyección de divisas.

De hecho, uno de los escenarios manejados por la firma Ecoanalítica, plantea una inflación de hasta 377% en caso de que se desmonten las restricciones de EE.UU.

Para el OVF la tasa oficial podría ubicarse para 2024 entre un mínimo de Bs 62 / dólar y un máximo de Bs 86,7 por dólar. Para otros especialistas, el tope sería de Bs 60.

El gran dinamizador de la economía que será la flexibilización de las sanciones dependerá también de cuánto esté el Gobierno dispuesto a ceder dentro de las negociaciones sobre garantías electorales, incluyendo la principal piedra de tranca, que es la habilitación de la abanderada de Vente Venezuela y ganadora de las primarias del 22 de octubre, María Corina Machado. Por lo pronto, la pelota parce estar del lado del madurismo. 

Caracas / Rodolfo Baptista

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