La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) llamó a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) a honrar su juramento de servir al país y no obstaculizar el ingreso de la ayuda humanitaria previsto para el 23 de febrero.
“Invitamos a la Fuerza Armada Nacional para que se ponga del lado del pueblo al que pertenece. El juramento de hacer cumplir la Constitución que hacen los miembros del estamento militar tiene como principal destinatario al pueblo venezolano: es el compromiso de defenderlo, de proteger sus derechos inalienables y de hacer brillar su dignidad humana. En conciencia, no deben cumplir órdenes que atenten contra la vida y seguridad de la población. En estas circunstancias deben permitir el ingreso y la distribución de la ayuda internacional”, señalaron los obispos en una exhortación, emitida este jueves 21 de febrero, que encabeza el presidente de la CEV, monseñor José Luis Azuaje.
El clero aboga por que la gestión humanitaria que lidera el Parlamento transcurra en paz. “No debe generarse violencia ni manipulación alguna entre los ciudadanos. La ayuda humanitaria beneficiará a muchas personas que se encuentran en situaciones límites, y a la vez, es un ejercicio de solidaridad y de organización en un pueblo que, manteniendo en alto la dignidad y la esperanza, quiere cambiar la situación de penuria y precariedad que sufre”.
Los obispos, que rogaron la protección de la Virgen de Coromoto sobre Venezuela, reiteraron la disposición de la organización Cáritas de participar, junto con otras organizaciones, en la recepción y distribución de la ayuda humanitaria, aportando su experiencia y capacidades”. Cáritas se sumará a la ayuda en esta crisis bajo los principios de respeto a los derechos humanos y humanitarios”.
Asimismo, la CEV enfatizó que Venezuela requiere de la ayuda humanitaria. “El régimen tiene la obligación de atender las necesidades de la población, y para ello facilitar la entrada y distribución de la misma, evitando cualquier tipo de violencia represiva. Pedir y recibir ayuda no es ninguna traición a la Patria; antes bien, es un deber moral que nos incumbe a todos, ante las carencias y urgencias dramáticas que padece el pueblo venezolano”, enfatizan los obispos.
Caracas / Corresponsalía