El segunda base José Altuve se convirtió el domingo, en el Busch Stadium, en el décimo séptimo venezolano en alcanzar y sobrepasar los 1.500 hits en las Grandes Ligas, al irse de 5-3 en el encuentro en el que Astros de Houston dominó 6-2 a Cardenales de San Luis.
Altuve, el segundo criollo que registra la marca en la temporada 2019 tras Martín Prado (Marlins de Miami), alcanzó el imparable 1.500 de una manera memorable. Le tronó un jonrón al lanzador Dakota Hudson (10-5). perdededor del juego, en el quinto inning.
Le sacudió su décimo sexto estacazo de la temporada 2019 a Hudson cuando no había outs y tenía a dos compañeros en circulación.
Altuve añadió un par de sencillos a su cuenta personal. Anotó una carrera y produjo tres. Exhibe un average de .293 con 16 dobles, 44 marcadas e igual cantidad de impulsadas. Tras el careo, colecciona 1.502 "truenos".
La victoria en el histórico cotejo para el camarero se la acreditó Wade Miley (9-4).
José Martínez, jardinero derecho de las aves, también presenció la pletórica actuación de Altuve. Ofensivamente, "Cafecito" concluyó de 4-1 y suena .276.
Un infielder de élite
Gracias a su actuación dominical, Altuve se unió a una selecta lista compuesta por verdaderas estrellas patrias.
Una investigación de Ignacio Serrano, comentarista de TLT, reveló que el grupo de nativos con, al menos, 1.500 "petardos" sonados lo conforman Omar Vizquel (2.877), Miguel Cabrera (2.765), Luis Aparicio (2.677), Bob Abreu (2.470), Andrés Galarraga (2.333), David Concepción (2.326), Magglio Ordóñez (2.156), Víctor Martínez (2.153), Oswaldo Guillén (1.764), Elvis Andrus (1.665), Jesús Marcano Trillo (1.562), Asdrúbal Cabrera (1.598), César Tovar (1.546), Edgardo Alfonzo (1.532), Prado (1.523) y Melvin Mora (1.503).
Altuve, quien mantiene un average de .360 en los últimos 28 días tras sonar 34 "metrallazos" en 91 turnos, necesitó 1.190 encuentros para llegar la cifra, algo que demuestra su calidad como bateador.
Más rápido que el rey del hit
El camarero concretó la proeza en un menor tiempo que Pete Rose, el pelotero que acumula más incogibles en la Gran Carpa (4.256).
Rose, un estadounidense que jugó 24 campañas y actuó para Rojos de Cincinnati, Filis de Filadelfia y Expos de Montreal –ahora Nacionales de Washington-, requirió de 1.195 duelos para conseguir los 1.500 “cohetes”.
Según Baseball-Reference, lo logró el 29 de agosto de 1970 en el Parc Jarry, donde la Maquinaria Roja dominó 4-3 a Expos de Montreal en un desafío de la Liga Nacional.
Altuve, de 29 años y quien promedia .293 en 2019, sacudió su hit 1.500 en un mayor número de desafíos que otras luminarias.
El japonés Ichiro Suzuki necesitó 1.060 careos para arribar al número. Lo consiguió el 29 de julio de 2007 en el Safeco Field –actual T-Mobile Park-, donde Marineros de Seattle batió 14-10 a Atléticos de Oakland en un enfrentamiento de la Liga Americana.
Suzuki, que se retiró a principios del presente certamen y trabajó para Seattle, Yanquis de Nueva York y Marlins de Miami, totalizó 2.542 batazos sin enemigos en 19 torneos del big show.
Es, hasta la fecha, el tercer atleta que más rápido ha sonado 1.500 hits. De acuerdo con ESPN, sólo los estadounidenses Al Simmons y George Sisler lo hicieron en menos tiempo.
Simmons, que vio acción con Atléticos de Filadelfia, Medias Blancas de Chicago, Senadores de Washington y Medias Rojas de Boston, lo concretó en 1.040 partidos. Terminó con 2.927 inatrapables en 20 zafras.
Sisler, quien se atavió con las casacas de Cafés de San Luis, Senadores de Washington y Bravos de Boston, arribó a 1.500 hits en su tope 1.048. Acabó con 2.812 en 15 justas.
Más nombres notables
Otros personajes que sumaron 1.500 indiscutibles en menos enfrentamientos que Altuve fueron los norteamericanos Ty Cobb y Tony Gwynn.
Cobb, quien defendió las casacas de Tigres de Detroit y Atléticos de Fildelfia, en 1.070 choques. Finalizó con 4.191 “truenos” –el segundo total más elevado de la meca de la pelota- en 24 citas.
Gwynn, quien desarrolló toda su trayectoria de 20 contiendas con los Padres de San Diego, pegó el indiscutible 1.500 en su juego 1.173. Concluyó con 3.141 conexiones para alcanzar almohadillas.
De todos anteriormente mencionados, únicamente Rose y Suzuki no cuentan con una placa en el Salón de la Fama de Cooperstown.
Rose no es inmortal, porque está suspendido de por vida del béisbol luego de participar en un escándalo de apuestas mientras era mánager de Cincinnati (1984 a 1989). Suzuki no posee un lugar en el templo porque debe esperar un período de cinco años para ser elegible.
Si Altuve -un infielder que encara su noveno año en la Major League Baseball (MLB) y ganó la Serie Mundial 2017- puede mantener el contacto exhibido hasta ahora por un lapso prolongado, registraría números con los cuales se ganaría el derecho de ser considerado “uno de los mejores hiteadores” en los anales de un circuito del que ya es una luminaria.
Valencia / Joseph Ñambre
