Uno de los aspectos más criticados que ha tenido el actual Gobierno, tanto en la gestión de Nicolás Maduro como en la del presidente Hugo Chávez (fallecido en 2013), es su política económica.
Y es que durante estos mandatos no sólo ha caído el precio del petróleo, sino que además los niveles de producción nacional han llegado a su más mínima expresión y las expropiaciones de empresas han provocado una parálisis del aparato productivo nacional.
Toda esta situación ha ocasionado muchos cambios en la vida de los venezolanos. Por ejemplo, hace 10 o 15 años, muchos tenían la posibilidad de acudir a un supermercado para comprar alimentos para vivir un mes o más.
No obstante, esto fue quedando en el pasado con el paso del tiempo. En primer lugar, el poder adquisitivo de los venezolanos bajó mucho, lo cual no le permitía adquirir tantos productos como antes.
Luego, el gobierno oficialista arreció en su política de expropiaciones y en oleada desaparecieron grandes cadenas como Éxito o CADA.
Esto dio entrada a supermercados estatales, como Bicentenario, Mercado de Alimentos (Mercal) y Productora Venezolana de Alimentos (Pdval), los cuales, en sus inicios, estuvieron bien surtidos de productos, pero luego, ante la caída de la producción nacional, vieron como sus anaqueles fueron afectados por la escasez que sacudió fuertemente al país desde 2010, aproximadamente.
Todo esto desencadenó en el recordado fenómeno que le amargó la vida a más de uno: las colas gigantescas por alimentos de la cesta básica.
OPERATIVIDAD
El vicepresidente de Fedecámaras Anzoátegui, Marco Tulio Salazar, señaló que actualmente la producción nacional se encuentra en niveles muy bajos. "Entre 10% o 15% de su capacidad es la producción de las empresas en estos momentos"
Sin embargo, la situación no se extendió por muchos años, pues entre 2015 y 2018 -tiempo estimado- todos estos supermercados estatales fueron cerrando sus puertas.
Sólo algunas cadenas tradicionales, como Unicasa y Central Madeirense, lograron mantenerse en el mercado. En pocas palabras, la vida de visita a supermercados para hacer grandes compras fue quedando en el pasado.
Pero como dice una canción popular "Todo tiene su final" y la situación con los supermercados no es la excepción.
Y es que desde hace algunos años -con más fuerza en los últimos meses- han estado construyendo nuevos establecimientos comerciales con amplios espacios y gran variedad de productos de la cesta básica en diferentes espacios de la zona norte de Anzoátegui.
Incluso algunos han sido abiertos en lugares donde funcionaban otros supermercados tradicionales entre los anzoatiguenses.
Por ejemplo, en el municipio Simón Bolívar, específicamente en el sector Mesones, actualmente está activo el supermercado Híper Líder, pero anteriormente allí se encontraba la proveeduría Sigo.
En el caso del municipio Urbaneja, en el centro comercial Nueva Esparta, ubicado en el sector Venecia, por mucho tiempo estuvo operando el supermercado Fiorca, mientras que ahora se encuentra uno llamado Aikos.
Mientras tanto, la cadena de supermercados Más Por Menos instaló uno de sus establecimientos frente al Complejo Polideportivo Simón Bolívar, donde funcionaba un Gran Abasto Bicentenario (y anteriormente un supermercado Éxito) y en el municipio Sotillo ya ha colocado tres más: uno en la calle Bolívar de Puerto La Cruz, cerca del Centro Comercial Cristóforo Colombo; otro en el Centro Comercial Judibana; y el tercero al final de la avenida Alberto Ravell, cerca de la redoma de Guaraguao. En los dos últimos funcionaron CADA y luego Abasto Bicentenario.
Estas nuevas cadenas de expendio de alimentos también se han apoderado de lugares que eran reconocidos por la ciudadanía por otro tipo de comercios.
Uno de los casos más notables en el municipio Bolívar es el establecimiento Súper Food, el cual está situado en el sector Barrio Sucre, ya que allí había anteriormente una de las famosas Tiendas Graffiti.
Otro que se puede mencionar es la antigua sede de la empresa de transporte privado Peliexpress, donde ahora hay un supermercado llamado Justo y Bueno.
En Lechería el caso más notable es el de uno de los supermercados Aikos, el cual está situado en la avenida principal de la ciudad, específicamente donde hace años funcionaba el popular establecimiento "Arepas Mi Tía".
Mientras que en Sotillo, el que más llama la atención es el supermercado que construyeron en la antigua sede de Fotolisto, ubicada en el Paseo de la Cruz y el Mar. El establecimiento que colocaron allí se llama "Famoso".
Si bien es cierto que se ha vuelto una tendencia la aparición de estos nuevos supermercados, no se puede decir que "las cosas han vuelto a ser como antes".
¿La razón?: estos comercios se caracterizan por tener precios bastante elevados -en su mayoría expresados en dólares- y sus anaqueles se encuentran repletos de muchos productos importados.
"Qué bueno que haya supermercados otra vez, pero no se puede negar que los precios son una locura y todo en dólares. Antes uno iba a estos sitios y hacía mercado tranquilo, pero ahorita hay que gastar como 300 dólares para llevarse suficiente comida", expresó la señora María Alejandra Núñez, quien visitó en días recientes el supermercado Más Por Menos del Centro Comercial Judibana.
Luego de entrevistar a la compradora, el equipo de El Tiempo ingresó a este lugar para constatar la situación.
En el recorrido se pudo observar que sólo en algunas cajas había cola de compradores, pero muy cortas, nada comparado a los supermercados de antes.
En cuanto a los precios se observó que la mayoría de los productos tienen su valor en divisa estadounidense, mientras que algunos cuentan con costos en dólares y en bolívares.
Ese día (7/4) el precio de la harina de maíz precocida variaba entre 0,98 y 1,14 dólares, dependiendo de la marca, la pasta de 1 kg era ofrecida a partir de $1,44 y el kilogramo de arroz oscilaba entre 1,02 y 1,32 dólares.
Uno de los productos básicos más costoso era el aceite comestible, el cual variaba entre $3,29 y $3,64.
A simple vista parecen precios accesibles, pero para quienes dependen del salario mínimo establecido por el Estado, el cual es de Bs 130 (unos 28 dólares aproximadamente), hacer mercado en estos nuevos comercios es casi una misión imposible.
"Yo diría que estos supermercados son como un resuelve de vez en cuando, sobre todo cuando el mercado municipal está cerrado. O por lo menos si salgo del trabajo y tengo uno cerca aprovecho y veo si puedo comprar una harina o un arroz que necesite para ese día, pero para hacer mercado, así como antes, no es factible, venden muy caro", comentó la estilista Diana García.
A juicio del vicepresidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) en Anzoátegui, Marco Tulio Salazar, estos nuevos establecimientos, más allá de ser supermercados son prácticamente bodegones grandes.
Aseguró que ante los elevados precios de los productos que exhiben estos sitios, apenas 6% de la población tiene acceso a ellos.
Apuntó que la razón principal por la cual estos supermercados ofrecen productos costosos es porque la mayoría de los artículos son importados.
"Los supermercados de antes tenían principalmente alimentos de producción nacional y además las personas poseían un mayor poder adquisitivo para hacer mercado. Esto no es posible ahora, ya que se sigue manteniendo una pobreza de 96% en la población, de la cual 74% está en pobreza extrema", acotó.
Puerto La Cruz / Jes{us Bermúdez
