Los ecos de la larga guerra a larga guerra de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos en Yemen resonaron el domingo en el arranque de la feria de armas en Abu Dhabi, donde los Emiratos firmaron contratos por 1.300 millones de dólares.
Un productor mostró un modelo de ametralladora que ya está en manos de milicianos respaldados por los Emiratos en Yemen, mientras que también son exhibidos tanques y transportes blindados usados en la guerra en el país más pobre del mundo árabe.
Incluso el espectáculo militar que lanzó la feria incluyó a soldados equipados con misiles portátiles y de base fija, como los que tienen los rebeldes chiís hutíes.
Mientras que funcionarios de los Emiratos evitaron hablar de Yemen, sus homólogos estadounidenses vincularon el contrabando de armas en el país con lo que dijeron son las actividades malignas de Irán en el Oriente Medio.
"Mi presunción es que siguen sucediendo cosas en Yemen que tenemos que parar. No hay nada bueno en el envío ilegal de armas a Yemen “, dijo el vicealmirante James Malloy, comandante de la quinta flota de la armada de Estados Unidos, que cubre la región. “Es desestabilizador. Demora la paz allí. Exacerba la desastrosa crisis humanitaria que estamos enfrentando en Yemen y demora la llegada de ayuda humanitaria”.
Sobre los hutíes, Malloy dijo: “Vemos al mundo tratando de acabar con la guerra y a un grupo sin hacer nada por ello, probablemente lo opuesto”.
El comienzo del conflicto
Los Emiratos entraron a la guerra en Yemen en el 2015 junto con Arabia Saudí para respaldar el gobierno reconocido internacionalmente, al que los houtíes habían expulsado de la capital, Saná.
Los Emiratos mayormente han manejado las operaciones terrestres en el conflicto, mientras que los saudíes lanzan los ataques aéreos.
La guerra ha llevado a Yemen al borde de la hambruna y matado a más de 6.000 personas desde el 2016, de acuerdo con el grupo Armed Conflict Location & Event Data Project, que monitorea el conflicto.
Abu Dhabi / John Gambrell / AP