Colombia pidió a Cuba que arreste a 10 comandantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que se encuentran actualmente en La Habana para conversaciones de paz después de que un atentado con coche bomba atribuido a los rebeldes izquierdistas matara a 21 personas e hiriera a decenas en una academia de la policía en Bogotá.
El presidente Iván Duque dijo a última hora del viernes que revocó un decreto que suspendía las órdenes de detención contra los líderes del último grupo rebelde colombiano, conocido como el ELN, quienes han estado viviendo en la isla de gobierno comunista.
“Para toda Colombia hoy es claro que el ELN no tiene ninguna genuina voluntad de paz”, dijo Duque en un discurso televisado, haciendo mención de una larga lista de secuestros y ataques atribuidos a los guerrilleros desde que comenzaron las negociaciones de paz en 2017.
“Agradecemos la solidaridad expresada por el gobierno de Cuba el día de ayer y hoy. Les pedimos hacer efectivas las capturas de los terroristas que se encuentran en su territorio y entregarlos a las autoridades policiales colombianas”, agregó, antes de añadir que no existe ninguna ideología ni causa que justifique la crueldad del ataque del jueves.
Duque hizo los comentarios luego de que las autoridades afirmaron que un experto en explosivos manco del ELN fue la persona que realizó el ataque, que ha sido el más mortífero en la nación sudamericana en 15 años.
Aunque José Aldemar Rojas no tenía antecedentes penales, las autoridades dijeron que el hombre de 56 años es el mismo individuo que aparece en los informes de inteligencia bajo el alias de Mocho Kiko. Se cree perdió parte del brazo derecho mientras manipulaba explosivos durante una larga carrera clandestina con una célula del ELN cerca de la frontera con Venezuela. Murió en el ataque del jueves.
Bogotá / AP