Este 4 de febrero en la noche, a escasas horas de que Nicolás Maduro conmemorara otro aniversario del golpe de Estado encabezado por el fallecido presidente Hugo Chávez, colectivos armados y uniformados trancaron las inmediaciones de la redoma de Petare en Caracas exigiendo la liberación de compañeros detenidos en la sede adyacente de Polisucre.
Portando armas de fuego, un grupo de alrededor de 20 hombres impidieron el tráfico en horas de la noche, secuestraron unidades de transporte colectivo y quemaron basura.
“El pasado 23 de enero, policías del municipio Sucre sabotearon a la economía informal para que trancaran la calle en contra de nuestro Gobierno revolucionario, hoy nos atacan y tienen a 20 hombres detenidos…estos policías son el brazo armado de los opositores y ahí es donde vienen los golpes de Estado…Chávez vive”, vociferó un hombre flanqueado por sujetos ataviados con uniformes negros, chalecos antibalas y pasa montañas.
Horas más tarde, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos, indicó que la situación en Petare fue controlada a través del diálogo.
“Y mediante la activación de un despliegue especial con organismos de seguridad, la ciudadanía puede estar tranquila de que vamos a preservar la paz”, dijo el funcionario.
El fiscal impuesto por la extinta Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, no se pronunció al respecto.
De acuerdo al abogado penalista y profesor de criminología, Luiz Izquiel, lo sucedido en Petare refleja la impunidad con la que operan los colectivos armados en Venezuela.
“La anarquía sembrada por los colectivos lamentablemente es un mal de vieja data en Venezuela. La mayoría de las veces estos individuos quedan impunes de las fechorías que cometen públicamente, lo que indica que tienen el apoyo de gente de poder en el país”, sostuvo Izquiel.
El experto recalcó que, según lo estipulado en la ley, las personas ajenas a los cuerpos de seguridad no pueden portar armas de fuego.
“En Venezuela desde hace tiempo existe una prohibición de porte de armas para la mayoría de los civiles, sin embargo, muchos de los miembros de estos grupos parapoliciales se pasean con armas de fuego por las calles del país sin sanción alguna”, agregó.
Izquiel informó que según informaciones extraoficiales, los colectivos detenidos en la sede de Polisucre habrían sido liberados por los propios policías.
“Esto constituye una irregularidad, ya que una vez detenidos debieron ser presentados ante un juez penal de control, que en definitiva es el que debió decidir si continuaban o no detenidos por los delitos que presuntamente estaban cometiendo en flagrancia, los cuales aparentemente eran porte ilícito de arma de fuego y hurto”, detalló.
Caracas / Runrunes