Recibir atención médica oportuna en los centros de salud del sistema público es una tarea complicada.
La falta de medicinas e insumos básicos, además de la inoperatividad de equipos necesarios para hacer estudios y exámenes que permiten llegar a diagnósticos precisos, perjudican en gran manera a la población, ya que para nadie es secreto que en la actualidad pagar una tomografía, una resonancia magnética o unos exámenes de laboratorio es algo que no se encuentra al alcance de la mayoría, debido los altos costos de los mismos.
Esto sin contar el dinero que se debe invertir en medicamentos e insumos, tales como analgésicos, antibióticos y soluciones fisiológicas, que muy pocas veces se encuentran en los inventarios de los hospitales y ambulatorios, por lo cual deben ser adquiridos por los pacientes y sus familiares para poder ser atendidos y recibir el tratamiento requerido.
Este es un drama que se vive en el sistema de salud público desde hace mucho tiempo y que sigue causando estragos entre habitantes del estado Anzoátegui.
Al menos así lo dejó claro la secretaria Floreidys Cárdenas, quien hace un mes sufrió una crisis hipertensiva y estuvo recluida durante una semana en el Hospital Universitario Dr. Luis Razetti de Barcelona.
"Después que me dieron de alta me dicen que tengo que ir a un cardiólogo, porque allí no hay. Resulta que esta consulta en un privado cuesta 50 o 60 dólares que no tengo, porque yo no gano mucho dinero. Además, uno se pone a pensar y si gasto esos 50 dólares, luego me van a mandar un tratamiento o a comprar unas pastillas, y cómo voy a hacer con la comida de la casa. Nada más la pastilla que me tomo ahorita para la tensión cuesta 15 dólares. Por eso ya tengo un mes que pasó lo de la crisis y no he podido ir al cardiólogo, porque esta consulta no la hay en ningún sitio público", destacó.
"El drama número uno que padece un paciente en los centros de salud públicos es que como no hay insumos tiene que comprar hasta los analgésicos para que primero le calmen el dolor. Ese es el primer sufrimiento y el personal de salud se siente de manos atadas al ver a ese paciente que no tiene, y nos da sentimiento no poder resolver ese problema por falta de un analgésico, por ejemplo".
Edison Hernández
Coordinador general de Motrasalud
Sin embargo, este relato no se compara con el drama vivido por la señora Dayana Zambrano, quien reside en una zona popular de Puerto La Cruz.
Zambrano relató que hace dos semanas vivió uno de los "momentos más desesperantes" de su vida.
"Mi hijo tuvo un derrame cerebral y fue fuerte estabilizarlo. Él primero sintió un dolor en el corazón, pero creyó que no era nada. Cuando estaba en su casa, comió y se acostó a dormir, pero de repente llamó a su esposa y cuando lo vieron estaba hablando como media lengua y se le dobló la cara. De inmediato lo llevamos al hospital de Guaraguao y le dieron unas pastillas para tratar de bajarle la tensión que la tenía muy alta, pero no pasaba nada. Luego tuvimos que buscar la manera de trasladarlo al Razetti, pagamos 50 dólares a una ambulancia privada y lo llevamos. Apenas llegó, los doctores nos dijeron que tenían que operarlo de emergencia y nos dieron una lista larga de insumos. Allí tuvimos que correr y reunir entre familiares y amigos, y gracias a Dios conseguimos todo para que lo operaran, pero fue desesperante. Si a mi hijo no lo operaban podía quedar en vida vegetativa", relató.
Zambrano añadió que incluso después de la operación, los amigos y allegados de su hijo se colocaron en varios semáforos para pedir dinero a las personas para comprar los medicamentos e insumos que les han estado solicitando los galenos durante su estadía en el nosocomio capitalino.
"Estoy por comprar una caja de solución 0,9 porque a cada rato vienen a pedirnos cinco, ocho soluciones. Gracias a Dios con todo lo que se ha recogido y las colaboraciones de familiares hemos tenido el dinero para comprar eso; así como algodón, guantes y todo lo que nos han pedido. Gracias a Dios todo ha salido bien y los médicos nos han atendido muy bien, hasta una cama le buscaron a mi hijo, ya que no había cuando ingresamos", manifestó con lágrimas en sus ojos.
Ni siquiera quienes laboran en el hospital Razetti, el centro de salud más importante del estado Anzoátegui, tienen mayores facilidades para recibir una atención médica oportuna en la actualidad.
Rosalbi Urbáez, quien tiene 10 años laborando en el departamento de Registros Médicos del centro de salud, expresó que hace unas semanas sufrió un accidente tratando de abordar la unidad de transporte del personal que labora allí y se lesionó la rodilla.
La empleada señaló que pudo ser atendida en el hospital y le hicieron uno radiografía, pero ahora requiere una resonancia magnética para determinar si la deben operar o no, pero no ha tenido el dinero para realizarse el estudio.
"Y con los tres dólares que ganamos no me da para hacer la resonancia. Tengo un mes y medio esperando. Solicitamos ayuda a un ente público y estoy aguardando respuesta, porque en ningún centro de salud del estado hay resonancias magnéticas y éstas cuestan 300 dólares", acotó.
Tras consultar en algunos sitios de la zona norte se pudo corroborar que, efectivamente, las resonancias magnéticas oscilan entre 250 y 300 dólares dependiendo del lugar del cuerpo que sea intervenido.
En el caso de las radiografías, estas van desde 10 y 15 dólares las mínimas, mientras que las más costosas varían entre 30 y 50 dólares.
Las tomografías oscilan entre 80 y hasta 150 dólares las más económicas, dependiendo del lugar donde se realice el estudio.
Cabe mencionar que el pasado 13 de octubre fue habilitado por la gobernación del estado un nuevo tomógrafo en el hospital Razetti de Barcelona.
"El tomógrafo tenía 14 años que no funcionaba aquí, pero inauguraron uno nuevo el viernes 13. Sin embargo, hacemos un llamado al gobernador a que se ocupe de poner otros porque sino el del hospital va a colapsar de tanta gente, ya que una tomografía simple sale en 150 dólares. Al enterarse toda la población eso va a colapsar como pasa con los rayos X, ya que aquí sí hay y en otros centros de salud públicos no hay ni tomógrafo, ni resonancia ni radiografías", denunció el coordinador general del Movimiento de Trabajadores de la Salud (Motrasalud), Edison Hernández.
"El laboratorio del Razetti funciona, lo que no tienen son los reactivos para hacer hematologías, perfil físico, y los demás exámenes. Nada de eso hay desde hace siete u ocho meses. Tenía más tiempo, pero hubo una jornada y habilitaron esos exámenes en enero, pero antes de esa jornada tenía muchos años parados. Eso es otro gasto para el familiar. En guaraguao y Las Garzas no hay ningún tipo de examen. En el Razetti lo único que hacen es examen de Sida y TDR".
Edison Hernández
Coordinador general de Motrasalud
El dirigente agregó que ante la falta de insumos médicos y equipos necesarios para hacer exámenes en los centros de salud público ha habido pacientes que fallecen mientras sus familiares buscan lo que hace falta para intervenirlos.
"No se les ha podido salvar la vida porque el familiar no tiene los recursos y en los hospitales no hay casi nada. Esto es un viacrucis que estamos viviendo y el personal médico está de manos atadas. ¿Qué hace el trabajador humilde? Rezar todo los días para que ningún miembro de la familia se enferme, porque sabemos que si alguno se enferma puede ir a la muerte porque no tenemos recursos", lamentó Hernández.
Consulta en algunas especialidades como Cardiológica o Urología brillan por su ausencia en los diferentes centros asistenciales dependientes del Estado, afirmó el representante de Motrasalud.
"Neumonólogos sí hay a veces, pero no es algo regular. Pediatría y Ginecología sí están activas en el Razetti", finalizó.
¿Y cuánto cuestan estas consultas en los centros privados? En un recorrido hecho por algunos espacios pagos se constató que las consultas de Neumonología y Cardiología oscilan entre 50 y 60 dólares, mientras que las de Oftalmología van desde $30 hasta $40 en la mayoría de los sitios.
Las de Pediatría varían entre 20 y 30 dólares, y las de Ginecología entre $30 y $40.
Las consultas odontológicas se ubican a partir de 20 dólares, dependiendo del lugar que sea visitado.
Una hematología, el examen más común solicitado para un paciente, cuesta, mínimo, 8 dólares o su equivalente en bolívares.
En cuento a los insumos básicos que solicitan en la actualidad en los centros de salud pública, también tienen precios variados.
Las soluciones fisiológicas 0,9 varían entre 80 y 120 bolívares, los yelcos entre Bs 18 y Bs 26, las jeringas entre Bs 5 y Bs 10 y las suturas entre Bs 133 y Bs 250.
A pesar de que estos materiales deberían estar en los inventarios de los hospitales y ambulatorios de forma regular, la realidad es que los anzoatiguenses deben comprar desde los guantes y las botas quirúrgicas hasta los medicamentos para poder ser atendidos u operados, dependiendo del caso.
Puerto La Cruz / Jesús Bermúdez Pino
