Los ecos de la crisis en Venezuela y la voz de su diáspora han alcanzado este año el Festival de Venecia con 'Aún es de noche en Caracas', una tensa película que ahonda en la "pérdida" de los afectos y de todo un país inmerso en una tragedia que parece "detenida" en el tiempo.
"Yo siento que es darle un poco esa voz a esa angustia y esa desesperación y silencio del otro lado que ha sentido la diáspora venezolana o el venezolano en general. Es como decir 'mira, estas cosas pasan ahí", explica a EFE la venezolana Mariana Rondón, junto a la peruana Marité Ugás directora de la cinta.
"Aún es de noche en Caracas" es la adaptación de exitosa novela 'La hija de la española' (2019) de la escritora Karina Sainz Borgo y transcurre en medio de las protestas de 2017 contra el presidente Nicolás Maduro.
El libró cayó en las manos de estas cineastas e inmediatamente las atrapó, quizá porque la historia les afectaba de primera mano… ya que tuvieron abandonar la capital venezolana con la productora que comparten, 'Sudaca Films', y mudarse a la vecina Perú.
Tras leer la novela, recibieron el "encargo" de llevarla al cine de una productora mexicana y se pusieron manos a la obra: "Fue muy emocionante porque la habíamos devorado y nos permitía juntar todas las sensaciones que teníamos con el país", relata Rondón, ganadora de la Concha de Oro de San Sebastián con 'Pelo Malo' (2013).
La película, estrenada en la sección 'Spotlight' de la Mostra, dedicada a obras que innoven en su relación con el público, habla en forma de tenso thriller de una escritora, Adelaida Falcón, atrapada en una foso de violencia represiva tras las manifestaciones.
A su regreso del funeral de su madre, halla su casa ocupada por unas mujeres. Sin una alternativa, decide esconderse en la de al lado y compartirla con un hombre perseguido, adentrándose en una espiral de paranoia de la que deberá escapar.
'Aun es de noche en Caracas' tiene como trasfondo aquellos tiempos de represión, pero, según explican las realizadoras, podría relatar otros episodios nacionales en tiempos de crisis política.
De hecho las escenas de ficción se entrelazan con imágenes de archivo que las directoras rastrearon durante meses en todo tipo de medios internacionales, "también en EFE", aseguran.
"Quisimos adaptar la trama a una sensación, a un estado de ánimo, a que todavía es de noche, que el país vive es como un tiempo o una oscuridad detenida", apostilla Ugás.
El rodaje transcurrió en Ciudad de México, donde tuvieron que encontrar escenarios que evocaran a la capital caribeña, y todos los actores, "hasta el último extra", fueron venezolanos que durante las sesiones de grabación compartían sus propias experiencias.
Pero hay un factor que diferencia la novela de la película y es que esta última concede a todos los personajes "un dolor atravesado", ya sean acólitos del régimen o no: "Todos son víctimas", asevera la peruana, poniendo de ejemplo la "humanización" de la Mariscala, la ocupante de la casa de la protagonista.
Porque la película, en resumidas cuentas, rodea la idea de la "pérdida": la de una madre, la de un amor y la de todo un país.
El estreno se produce en medio de las tensiones entre los Estados Unidos de Donald Trump y el Gobierno de Maduro por denuncias sobre narcotráfico, una situación que preocupa a Rondón, pese a que participó en las protestas de 2017 y suele regresar a su país natal.
La cineasta consideraría "terrible" cualquier agresión "tanto interna como externa" que pueda perjudicar al pueblo venezolano.
"Creo que no es más que una puesta en escena de Trump y no nos ayuda (…) Ningún ejercicio de exhibición de poder, ni interna ni externa, sirve para el estado de pobreza y de carencia que hay en Venezuela", afirma la Rondón.
La presencia de 'Aún es de noche en Caracas' en la Mostra es un llamamiento para que esta crisis venezolana no caiga en el olvido y honrar a los más de ocho millones de personas que en estos años han abandonado un país que hace pocas décadas nadaba en la abundancia.
"Mientras estábamos haciendo una película nos decían, '¿pero de verdad eso pasó?'", comenta Ugás.
La programación de esta edición del Festival de Venecia lleva varias propuestas de cine político: "Hemos conocido a un director con un documental sobre Ucrania, luego está la de Palestina. Creo que contribuimos a hacer un mosaico de lo que está pasando en el mundo", sostiene.
"Sería muy injusto que en este mosaico de conflictos políticos no estuviera Venezuela", zanja Rondón.
Venecia / EFE