Carúpano mostró una cara hasta amable este sábado 11 de enero, tras la jornada de juramentación de Nicolás Maduro.
Calles despejadas, negocios abiertos, pero con pocos compradores, y una calma evidente, con la gente dedicada a sus actividades habituales.
María González, vecina de El Muco, dijo que salió a comprar sus cosas, porque el lunes comienzan las clases y tenía que abastecer las meriendas de sus niños.
En la parada de Playa Grande, un joven que no quiso identificarse, decía a voz en cuello que espera que el gobierno dure 10 días más. "Se juramentó a puertas cerradas y es un ilegítimo".
Otro joven, Luis Bermúdez, dijo que el sí es chavista y está contento con la investidura de Maduro. "Aquí quien ha atendido a la gente ha sido el gobierno. Ni un blíster de acetaminofen le dan a la gente y ahora con su cara tan lavada quieren andar en plan de golpe".
En el mercado municipal, la jornada estuvo más movida que la zona comercial céntrica. Muchos carupaneros y parianos, que aprovechan el fin de semana, confluían en el centro de consumo para hacer sus compras regulares.
Laurys Martínez, vendedora de la zona del pescado, dijo que la jornada tenía buena perspectiva. "Hay más compradores que otros días. Pasado el estrés, me imagino que la gente ha perdido el miedo a lo que pueda pasar y salió a hacer sus cosas normales".
Un comprador, Pedro Lista, señaló que estaba aliviado de que no hubiese ocurrido nada violento. "Los problemas no le convienen a nadie. Ahora habrá que esperar a ver qué viene", recalcó.
Bermúdez / Yumelys Díaz