Pablo Perdomo, carpintero y ebanista de profesión, vive una especie de "calvario" a sus 74 años de edad, porque la vivienda que compró durante su juventud fue invadida desde hace siete años por un sobrino y eso le causa mucha preocupación pues teme perder el fruto de su esfuerzo laboral.
La vivienda, ubicada en el sector El Frío de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, fue ocupada de manera ilegal en 2016 y este martes, en la tarde, el Ministerio Público (MP) obligaría a las partes a reunirse en la capital del municipio Sotillo para llegar a un acuerdo que acabe con la incertidumbre de un hombre de la tercera edad, que desea que "todo se solucione de la mejor manera".
"El caso será solucionado por la Fiscalía III del Ministerio Público. La verdad, es que ya deseo que se tome una decisión porque es el momento de hacerlo. Se definirá si los inquilinos van a comprar la casa o me la devolverán, porque mi sobrino (omite el nombre) siempre me anda peloteando (evade el tema). Ya es momento de encontrar soluciones a este problema", señaló Perdomo.
Relató que el origen del conflicto fue que su sobrino se amparó en el hecho de ser un presunto heredero del inmueble, para quedarse con la casa.
"El muchacho argumenta que esa residencia era de su abuela y le corresponde como heredero, pero eso no es verdad porque yo fui quien compró esa edificación con mucho esfuerzo. Lo más importante es que la casa fue hipotecada dos veces y en ambas ocasiones, las pagué. Esa es mi casa y espero una respuesta para acabar con esta angustia", explicó el septuagenario que teme quedar en situación de vulnerabilidad en caso de que la decisión del MP no sea a su favor.
"Me quieren dejar en la calle y eso no es justo. Espero que lleguemos a un acuerdo que satisfaga a las partes. Espero que se haga justicia y, de verdad, si considero que la solución no es la adecuada, me dedicaré a protestar para reclamar mis derechos. Pero mi intención es que todo llegue a feliz término", agregó.
Puerto La Cruz / Joseph Ñambre
