Hace dos meses exactos, Carlos Rivero volvió a nacer, literalmente.
Rivero, que iba de copiloto y con el cinturón puesto, sobrevivió milagrosamente, en la peor tragedia registrada en varias décadas en Venezuela que involucró a beisbolistas.
El pelotero regresaba en una camioneta junto a Luis Valbuena y José Castillo, sus compañeros de Cardenales de Lara, a Barquisimeto, tras un juego de la liga de invierno de Venezuela. Grandes rocas puestas por presuntos delincuentes sobre la carretera — práctica común de delincuentes para robar a los automovilistas en la convulsionada Venezuela — hizo que el vehículo volcase violentamente. Valbuena y Castillo, jugadores de las Grandes Ligas y los referentes en Lara, fallecieron.
“No me gusta hablar más de eso, poco a poco he ido superando ese trago amargo”, dijo el tercera base, de 30 años de edad, a AP.
Pero difícilmente esa tragedia puede pasar inadvertida en la actual Serie del Caribe de béisbol que se disputa en Panamá. Rivera forma parte de la alineación de Cardenales, que se coronaron campeones, pese a la adversidad, para ganar el derecho de representar a los venezolanos en el clásico de la pelota profesional caribeña.
Después de la tragedia de perder a sus dos jugadores más emblemáticos, el 7 de diciembre, y de perder posteriormente la sede de la Serie del Caribe debido al agravamiento de la crisis política en Venezuela, la presencia de Rivero es un factor que le inyecta ánimo a los “Pájaros rojos”, cautivados también por el respaldo que están recibiendo de la diáspora venezolana en Panamá.
Venezuela no gana la Serie del Caribe desde la consagración de Tigres de Aragua, en 2009.
Satisfacción por Cardenales
Rivero, quien pasó por Medias Rojas de Boston y ahora es agente libre, se hizo notar de inmediato en Panamá, al producir con un jonrón dos carreras clave en la primera victoria de Venezuela sobre México, representado por Charros de Jalisco, por 5-1 en la apertura del torneo el lunes.
“Poner al equipo a ganar es algo satisfactorio. Representar a Venezuela y poner ese granito de arena”, señaló Rivero el miércoles y previo al segundo partido de Venezuela en la serie, el cual ganó 1-0 a Cuba, sin protagonismo esta vez del antesalista. “Ver tanta fanaticada venezolana en Panamá, la euforia que tenían. Ellos también se merecen ese poquito de alegría”.
El jonrón fue festejado doblemente por el resto del equipo, que aún trata de superar la pérdida de sus dos “panas”, como los llaman.
“Es otra vida, la verdad él volvió a nacer; volver a ver a Rivero aquí, ver hacer lo que sabe que es batear, a todo mundo nos pone de pelos aquí”, comentó a AP el lanzador Felipe Paulino. “Es una emoción mutua, aquí todos estamos claros que venimos a hacer un papel... pero sé que él lo hace por muchas cosas, él está jugando con un sentimiento bastante alto por algo más".
Rivero solo sufrió un pequeño moretón en la frente y no demoró mucho en sumarse al equipo tras la tragedia. “Perdimos a dos hermanos que eran bastante alegres, lamentablemente la delincuencia se los llevó”, dijo Paulino.
Los hechos
De acuerdo con las autoridades venezolanas, el vehículo volcó al tratar de eludir un objeto en la carretera cuando los jugadores regresaban de un partido en la capital del país y se dirigían a Barquisimeto, la casa de Cardenales. Sucede que los delincuentes colocan piedras o lanzan objetos en muchas partes de Venezuela con el fin de que los vehículos paren para robarles.
Varias personas fueron detenidas tras decomisarles pertenencias de Valbuena y Castillo, dijo tras la tragedia Julio León Heredia, el gobernador oficialista del estado Yaracuy, donde ocurrió el hecho. Reportes de prensa y de testigos señalan que la camioneta partió rumbo a Barquisimeto mucho antes que el autobús que llevaba al resto de los jugadores.
“Es un impacto muy grande”, comentó Paulino.
El manager de Cardenales de Lara, José Moreno, dijo que no deja de estremecerle el hecho de que Rivero esté aportando después de lo sucedido.
“Él es una de las pieza clave por las cuales estamos acá, por las cuales somos campeones”, destacó a la AP. “Su defensa y su bateo oportuno han sido bien importantes para las aspiraciones de los Cardenales. Toda la fuerza te la da Dios y a él se la está dando”.
Panamá/ AP