El nido del Antonio Herrera Gutiérrez vivió una fiesta de batazos y un recital de pitcheo de Cardenales de Lara, que derrotó 8 a 2 a Leones del Caracas y colocó 2-0 la Gran Final.
Los felinos abrieron el marcador por segundo día consecutivo desde el primer episodio, cuando Félix Pérez se sacrificó con elevado al jardín derecho y Maikol González anotó desde tercera. Luego, Isaías Tejeda conectó doble al patio derecho y Harold Castro llegó cómodo a la goma.
Un inning más tarde, los crepusculares respondieron para empatar el encuentro, con sencillo de Francisco Arcia remolcador de una rayita y después Carlos Rivero aprovechó un error del segunda base melenudo y colocó la paridad en el marcador.
En el cuarto, Arcia falló con rodado para doble matanza, pero suficiente para enviar a Rangel Ravelo al plato. Posteriormente, un swing corto de Herlis Rodríguez consiguió la pelota y al no poder capturar la bola la defensa capitalina por la raya de tercera, llegó tranquilo a la inicial y envió a Alejandro De Aza a anotar.
La quinta de los locales llegó con doblete impulsor de Ravelo en el quinto episodio, que se gozó Willians Astudillo al pisar el home.
Alí Castillo pegó roletazo en el sexto tramo para colocar la sexta carrera en la pizarra, en la que anotó Carlos Rivero desde la tercera almohadilla.
Astudillo sigue aportando
En la baja del octavo los locales fabricaron dos anotaciones más con incogible de Castillo y elevado de sacrificio de Astudillo respectivamente.
“Cada quien está aportando en todas las áreas del juego. El pitcheo, la defensa y el bateo oportuno, que es muy importante en estas lides”, reconoció el estratega José Moreno, al finalizar el careo. “Todo es paciencia en el plato, buscar un pitcheo para conectar, tratar de darle duro a la bola, tomar turnos de calidad y mantener el lineup en movimiento”.
La ofensiva jugó un papel importante en el desafío, pero lo que realizó el derecho Néstor Molina en seis capítulos dominó a placer a los visitantes, que sólo le pudieron hacer dos rayitas y cuatro indiscutibles.
“Después de lo sucedido en el primer inning, pude hacer el ajuste, que fue lo más importante y logré olvidar lo que pasó al inicio del juego”, contó Molina.
El diestro enfrentó a 23 bateadores y logró una racha de 13 retirados de manera consecutiva, hasta su salida del compromiso en el inicio del séptimo.
“Lo que hice fue atacar la zona, cambiar el plan que tenía en mente porque hacían swing al primer envío y de eso me agarré”, explicó el tirador.
Molina se llevó la victoria, mientras el zurdo mexicano Alex Delgado cargó con la derrota al admitir diez inatrapables, seis rayitas (cuatro limpias) en 5.1 entradas de labor.
“Es lo que quieres del pitcher abridor, que trabaje cinco o seis innings de calidad. Néstor, a pesar de no tener un buen inicio, batallando con el control y con algunos pitcheos que no estaban cayendo en la zona, pudo dar seis innings de mucha calidad y eso demuestra lo competidor que es. Después pude recurrir a una de nuestras fortalezas, que es el bullpen”, resaltó el piloto Moreno sobre el gran trabajo de Molina.
La serie se trasladará el viernes 25 de enero a la capital, donde se llevarán a cabo los juegos tres y cuatro de la Gran Final.
“Hay que ganar cuatro, con dos triunfos no hemos conseguido nada. Aunque estamos cerca, debemos mantener los pies en la tierra, ser humildes y no conformamos”, sentenció Moreno.
Basrquisimeto/Cortesía prensa Lvbp