La principal incógnita que plantea en estos momentos las primarias opositoras, previstas a realizarse el próximo 22 de octubre, es si finalmente logrará imponerse una figura como la líder de Vente Venezuela (VV), María Corina Machado o el empresario y comediante Benjamín Rausseo, quienes puntean la mayoría de los sondeos de opinión y se encuentran alejados del llamado G3 y los partidos tradicionales.
Son opciones que darían al traste con las aspiraciones de anteriores abanderados presidenciales, con experiencia previa en otros cargos de la administración pública, como Henrique Capriles Radonski de Primero Justicia (PJ) o Manuel Rosales de Un Nuevo Tiempo (UNT), quienes confían en sus cartas de la movilización partidista.
Hasta el momento una decena de figuras políticas han manifestado su intención de lanzarse a la contienda. Además de Machado y El Conde del Guacharo, la lista incluye a Carlos Prosperi por Acción Democrática (AD), Delsa Solorzano de Encuentro Ciudadano (EC), o el propio Capriles quien fue anunciando como candidato oficial de la tolda aurinegra -en su caso, la tercera vez que intenta llegar a Miraflores-, tras imponerse por amplia mayoría, en una consulta nacional contra los ahora exaspirantes, Juan Pablo Guanipa y Carlos Ocariz (quien sólo logró imponerse en Nueva Esparta).
Se agregan al listado: Andrés Velásquez de La Causa R, Biagio Pilleri por Convergencia, César Pérez Vivas, de Concertación Ciudadana, y Emilio Useche por Unidad Política Popular 89 (UPP89).
Otros nombres que han sonado y aún no han sido oficializados son los del propio Rosales y el de Juan Guaidó, de Voluntad Popular (VP), sobre quien pesa una inhabilitación política que le truncaría las alas ni bien haya iniciado la carrera por la silla presidencial.
Sobre Capriles pesa otra inhabilitación, pero en este caso existiría, desde hace meses, intentos de negociación con el chavismo para dar luz verde a su ingreso en la contienda de 2024.
Hace un año, el objetivo del antichavismo era realizar una consulta amplia e inclusiva que permitiera lograr el mayor apoyo posible del electorado para un aspirante e impedir la reelección del presidente Nicolas Maduro.
Pero, para la atomizada oposición el tema de la unidad ha sido una labor imposible de cristalizar.
Al menos nueve organizaciones han informado que no participarán en las primarias entre ellas: la Alianza del Lápiz; AD -ala de Bernabé Gutiérrez-; Avanzada Progresista, Primero Venezuela, Soluciones, Unión y Progreso, Cambiemos, Copei y Movimiento Democracia e Inclusión (MDI).
Con ello podría darse por descontado que exista un candidato único del antichavismo para las presidenciales. En algunos sectores ya se habla de la posible presencia de al menos cinco aspirantes opositores dentro del tarjetón de 2024, mientras Maduro se presenta como el abanderado monolítico del chavismo.
Distintos analistas consultados por El Tiempo coinciden en señalar que las peleas internas dentro y fuera de la Plataforma Unitaria Democrática, han provocado el hastío e indiferencia de parte del electorado por la dirigencia tradicional, que también lleva años acumulando traspiés en su lucha contra el Gobierno.
Para el consultor e investigador en Gerencia Pública, Raniero Cassoni, las figuras de María Corina Machado y El Conde del Guácharo representan hoy el antisistema político. De allí el favoritismo revelado por al menos cinco encuestadoras.
“La gente tiene un hartazgo general por la falta de acuerdos dentro de la oposición y por las promesas no cumplidas. De una u otra manera, los ciudadanos están buscando una solución, una alternativa, por eso vemos que (Machado y Rausseo) encabezan las encuestas. Pero también si vamos a un escenario de primarias, requieren de una estructura electoral que hasta el momento ninguno de los dos tiene”, indica Cassoni.
Según el analista, lo primero que tienen que resolver cada uno de los actores que está punteando en los sondeos, es ver “qué tipo de alianzas pueden construir y cómo terminan de armar una estructura electoral que les permita ganar una primaria”.
“La verdad es que las elecciones requerirán de capacidad de movilización y de tener identificado dónde está la gente que va a ir a votar”.
Varios especialistas apuntan, sin embargo, que aún queda mucha tela por cortar, para la consulta convocada para dentro de siete meses por la Plataforma Unitaria Democrática.
El consultor político David Rico acota que en el transcurso de la campaña las cosas pueden cambiar y “moverse hacia diferentes tendencias”.
Hasta el momento ninguno de los representantes de la política tradicional ha generado interés o causado una impresión importante en la ciudadanía como para lograr un respaldo masivo.
No obstante, existe un punto clave en este escenario que puede volverse, aún más, en contra de la oposición: si durante la campaña por las primarias siguen dándose mensajes divisorios, negativos o de descrédito, mensajes que generen algún tipo de confrontación entre los seguidores de cualquier bando, se estará creando un “nuevo enemigo interno”, según Rico.
“Esta situación haría que los sectores de la población que apoyan al atacado, terminen por no apoyar a quien quede como candidato de la oposición. Los seguidores del candidato perdedor no van a votar por el ganador en una presidencial, aunque represente a la oposición”, explica el analista.
Este sería un error estratégico. De hecho, indica Rico, cada vez menos ciudadanos se autodefinen como opositores, a pesar de que la mayoría está en contra del Gobierno.
“El chavismo cada vez se muestra más unificado. Es un tótem que no tiene ninguna fisura en este momento. Todos los miembros del Gobierno nacional se muestran agrupados en una tendencia, que no muestra debilidades. Es vital que la oposición logre eso también, porque si no, no va a conseguir nunca el respaldo mayoritario de los ciudadanos”.
Para Rico, existen dos condiciones importantes a considerar dentro de las candidaturas del antichavismo.
La primera es tener la capacidad de movilización y la segunda es lograr la “fidelización” del voto, es decir, mantener una alta aceptación del elector.
Pero el experto considera que en este momento se está generando una expectativa muy alta dentro de los partidos sobre su capacidad de movilizar a la ciudadanía.
“Hoy los partidos no son lo que eran antes. No tienen la misma capacidad de movilizar y de generar esa maquinaria que pueda llevar a ganar a uno u otro candidato. Pero el candidato que logre enamorar de verdad y fidelizar electores, tendrá un amplio margen de apoyo”, agrega.
Para el politólogo Daniel Santolo existen tres escenarios ninguno de los cuales deja de ser complejo. Dentro de ellos, no está descartada la aparición de un verdadero outsider, alguien fuera del establishment político y del actual mapa de aspirantes, que logre unificar rápidamente las preferencias opositoras para 2024. “Es el escenario más difícil, pero puede pasar, no está negado”, señala Santolo.
A su juicio, el último verdadero outsider que apareció en el país fue Hugo Chávez. Entre 1997 y 1998 se posicionó en la palestra electoral contra Irene Sáez, que contaba con 60% de apoyo en las encuestas, y Henrique Salas Römer de Proyecto Venezuela. “Chávez, arrancó con 3%, y terminó ganando el proceso electoral”, indica.
El segundo escenario es que se logre una verdadera y única opción con las fichas que ya están sobre la mesa. Y, aun así, cada aspirante cuenta con ventajas y desventajas.
“María Corina Machado tiene un planteamiento bien extremista sobre las primarias. Ella exige que voten todos los venezolanos que se encuentran en el exterior y eso es casi imposible. Aparte de eso, pide el voto manual, sin CNE. También dice que ella va a las primarias para derrocar al régimen y meter preso a Maduro. Por supuesto, si ella participa en las primarias va a aglutinar el voto más radical de la oposición. Hablamos de un 3% de la oposición extremista. Y eso se verá reflejado (si gana) en los índices de participación”.
Mientras, El Conde del Guácharo “representa una novedad” y la posibilidad de un verdadero “voto castigo” contra una oposición que ha fracasado en sus objetivos. Además, es conocido por todo el país. Pero el ser un personaje conocido, no significa que todos vayan a votar por él.
Por otro lado, existe otro sector fuera de Plataforma Unitaria Democrática que podría buscar un acuerdo y presentarle un candidato al país que unifique al otro sector tradicional de la oposición.
“Si no hay un acuerdo alrededor de una figura que aglutine a la mayoría del país, y eso incluye a un sector descontento del chavismo, va a ser muy difícil vencer a Nicolás Maduro en el 2024”, puntualiza.
Finalmente, el tercer escenario y el menos deseable, es un proceso electoral con cinco o siete candidatos de diferentes sectores enfrentándose al Gobierno y a un Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) estructurado, con una organización sólida que obedece líneas.
En cualquier caso, aún queda tiempo dentro del cronograma establecido por la Plataforma Unitaria. El registro preliminar de aspirantes se realizará entre el 8 y 23 de mayo y el proceso formal de postulaciones, se desarrollará entre el 24 de mayo y el 23 de junio. Serán tres meses y medio durante los cuales, la oposición deberá determinar si aún es posible privilegiar la voluntad de unidad por encima de los intereses individuales.
Caracas / Rodolfo Baptista / Rafael Arias
