Desde la semana pasada una fuerte calima en Ciudad Guayana preocupa a sus ciudadanos, en especial, a quienes padecen de enfermedades respiratorias o alergias producidas por ese polvo que unos atribuyen al paso del polvo del Sahara por Venezuela, pero también hay otro factor que incide en esa contaminación: la alta quema de vegetación.
Florencia Cordero, coordinadora de Sustentabilidad de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), extensión Guayana, explicó que lo que se ve actualmente en la ciudad “no es producto, o por lo menos todavía, de las arenas del Sahara. Este fenómeno que estamos viendo y oliendo es producto de las quemas de vegetación”, aseguró la especialista.
“Estamos ahorita en un periodo de sequía muy, pero muy fuerte, y en los periodos de sequía, entonces, es propicia la generación de incendios de vegetación. Entonces, ahorita es producto de los incendios de vegetación, principalmente, que se están desarrollando”, detalló.
La tarde de este lunes se observaba hacia el sur de San Félix una gran franja de color rosáceo. Cordero mencionó que se debe a las cenizas de la quema de vegetación.
“Hay que hacer la salvedad de las dos situaciones. Uno producto de las partículas de las arenas del desierto del Sahara y otro producto de las quemas de vegetación en las inmediaciones de Ciudad Guayana. El polvo del Sahara indiscutiblemente es un fenómeno natural, producido por tormentas de arena en ese gran gigantesco desierto que es el Sahara, y que provoca que se eleven a la atmósfera grandes cantidades de polvo de arena y que viajan casi 11 mil kilómetros, llegando a Europa y a América”, precisó Cordero.
A su explicación agregó que ese cuerpo de arenas está formado por partículas muy pequeñas, y que tienen un aspecto positivo, su riqueza en minerales. Además es considerado un aerosol, ya que sus componentes sólidos son tan minúsculos que muchas veces no se distinguen a simple vista.
“Pero justamente esta particularidad de que son tan pequeñitos, que a veces ni se ven, son los que tienen la mayor capacidad de entrar por nuestra nariz y, bueno, afectar produciendo alergias y problemas respiratorios. Pero en este momento no podemos decir, y la imagen de la Universidad de Atenas nos señala que hay un movimiento, pero todavía no ha llegado a Venezuela. Entonces, ahorita es más preocupante el problema de las quemas de vegetación que podemos ver en muchas de las áreas”, reiteró.
La imagen de la Universidad de Atenas a la que hace referencia Cordero es del 5 de febrero de 2024, en la que se observa hasta ahora, una concentración del polvo del Sahara muy baja cerca de Venezuela.
Cordero aclaró que el tema del peligro del polvo del Sahara tiene que ver con reportes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que indican que esas arenas pueden contener desde bacterias y esporas, hasta pesticidas y mercurio.
“¿Por qué? Porque el viento, cuando arrastra esta arena, recoge a su paso arena por zonas que han sido deforestadas, justamente del área del norte de África, esos países que nosotros llamamos subsaharianos que están debajo del Sahara, países que están siendo afectados y que está ampliándose su margen de desertificación. Esa línea de desertificación está cada vez ampliándose más, entonces esas zonas en algún momento estuvieron cubiertas de vegetación, hubo cultivos que fueron regados con pesticidas y entonces queda parte de ese material en el suelo y en esa arena, y cuando viene el viento entonces los transporta y pueden llegar a tener efectos en la población”.
Señala que esto ocurre no solamente por las plantaciones de los cultivos, sino también por el agotamiento de los bosques que son destruidos para entonces cultivar y, cuando se destruyen, esos bosques se queman y se produce la ceniza que después es arrastrada por el viento, lo que se conoce como el fenómeno del polvo del Sahara.
Cordero aclara que en este momento no puede afirmar que lo que se vive en Ciudad Guayana sea producto únicamente de la arena del Sahara. Más bien tiene que ver con incendios forestales que desde enero se han intensificado, llegando a cerca del centenar en lo que va de año, de acuerdo con el registro de bomberos forestales.
Acota que dentro de dos o tres días podría llegar parte de las partículas del polvo del Sahara, y con él afecciones alérgicas y respiratorias en la población.
Ante los efectos que tiene en la salud el polvo del Sahara, la OPS recomienda:
Pese a los efectos nocivos en la salud, tendría beneficios en la biología y el clima.
Según un artículo de la revista National Geographic, “los fragmentos minerales que forman la nube de polvo del Sahara son a menudo ricos en hierro y fósforo. Tanto las plantas en la tierra como el fitoplancton en el mar necesitan de esos nutrientes para crecer. A medida que el polvo cae de la nube que viaja y aterriza en la superficie del océano bañada por el sol, fertiliza a las criaturas fotosintéticas que viven allí y que a menudo se mueren de hambre por los elementos. Más del 70 por ciento del hierro disponible para los fotosintetizadores con destino al océano en el Atlántico proviene del polvo sahariano, según un estudio realizado en el 2014”.
“El polvo hace el mismo tipo de trabajo para la Amazonía. La selva tropical es uno de los lugares biológicamente más productivos del mundo, pero el suelo que ancla los árboles del bosque en su lugar es notoriamente bajo en algunos de los elementos cruciales para el crecimiento, particularmente el fósforo. Gran parte de la tierra de la cuenca no tiene suficiente para soportar la abundancia de vida que crece a partir de ella y una característica clave del hábitat de la selva, la lluvia, elimina cualquier fósforo no utilizado casi tan rápido como aparece”, añade el artículo.
Bolívar / Correo del Caroní