El ministro de Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, informó la tarde de este jueves 17 de octubre sobre la detención de 19 ciudadanos extranjeros, uno de ellos en el Zulia, junto a un jefe policial, y la incautación de 71 armas de fuego, algunas en el estado, que iban a ser usados en supuestos “actos terroristas” contra objetivos civiles, militares y de servicios en el país.
“Hemos capturado a más personas implicadas en planes terroristas contra el país, financiadas por el Centro de Inteligencia de España, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y presuntamente vinculados a dirigentes opositores como María Corina Machado, Julio Borges, Carlos Vecchio y los expresidentes colombianos Álvaro Uribe e Iván Duque”, aseguró el funcionario en una rueda de prensa.
Cabello señaló que 14 de estas personas están judicializadas, aunque todas “han dado información que ha permitido armar todo este rompecabezas con sus vínculos con el tráfico de armas y todos estos delincuentes del sector político”, aunque no dio mayor información sobre los venezolanos detenidos, la mayoría son mujeres señaladas como “parejas sentimentales” o colaboradoras de estos extranjeros.
También indicó que en total se han incautado más de 500 armas, entre pistolas de distinto calibre y fusiles, enviados desde Estados Unidos.
Durante su alocución leyó un comunicado de Interpol, enviado a la Oficina Central Nacional (OCN) de Caracas, donde informan que desde Estados Unidos se realizó un envío marítimo a Venezuela, sospechoso de tener armas de fuego de contrabando. “Señores de Interpol son más de 500 armas, ustedes saben que han salido de allá”.
Diosdado Cabello insistió en que todos son “mercenarios contratados para acciones desestabilizadoras”. Entre los capturados, hay “reclutadores colombianos, encargados de captar personas para que vengan al país”.
“Todas estas operaciones tienen como elemento coordinador del tráfico de armas a Iván Simonovis”, afirmó el también vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), quien acusó al expolicía de ser un “comerciante de armas protegido por el Gobierno de Estados Unidos”.
Señaló que alias “Deivis” era el encargado de coordinar el envío de armas junto a Simonovis. Detalló también la detención de los ciudadanos Michelt Ramírez, Mauricio Andrade Santamaría, con pasaporte estadounidense, además de Leonardo Hernández y Argenis Mavares. A estas personas se les habría incautado 24 fusiles traídos por partes para ser ensamblados en el país y distribuidos a “mercenarios”.
También señaló al estadounidense Jonathan Pagan González de “infiltrarse en sectores religiosos” para atentar contra altos funcionarios del chavismo. Fue detenido en el Zulia cuando intentaba tramitar documentos de identidad.
“Saben hacer su trabajo, es el imperialismo trabajando, contactando, y nosotros halando las cuerdas. Y los vamos presentando conforme a las leyes. No maltratamos a nadie, no estamos aislando a nadie. Estamos investigando”, dijo Cabello.
Junto a Pagan González se detuvo a un jefe policial del Zulia, a quien no identificó el ministro, al que supuestamente le ofrecieron entre 500 mil y un millón de dólares para que liberara a esta persona.
Sí descartó que los detenidos en esa entidad tengan vínculo con los arrestos de varios funcionarios de la Alcaldía de Maracaibo. “Eso fue un hecho de corrupción”, afirmó Cabello.
Otros de los estadounidenses detenidos son David Estrella, quien también tiene nacionalidad ecuatoriana; Jorge Marcelo Vargas, un boliviano estadounidense capturado tomando fotografías de instalaciones petroleras “para ejecutar acciones terroristas”; los “especialistas en hackeo” Aaron Bartet Logan y Gregory David Werber, que tenían en sus teléfonos datos de organismos de seguridad a infiltrar; al igual que David Gutemberg Guillaume, un paramédico “contratado para prestar ayuda en caso de heridos en situaciones terroristas”.
Entre los nuevos detenidos también se encuentran Renzo Yasir Huamanchumo Castillo, de nacionalidad peruana; los colombianos Manuel Alejandro Tique Chaves y Arlei Espitia, a quienes identificó como reclutadores y vinculados a grupos paramilitares; y el libanés Said Awada, que también estaría relacionado con grupos subversivos.
“La condición de los nuevos mercenarios es que puedan hablar español. Esa es la nueva condición para que vengan a Venezuela”, aseveró Cabello.
Todas estas personas, además de los venezolanos Carlos Alberto Infante, José Rafael Odremán, Ricky Rafael Zapata, Pedro Gerardo Gutiérrez, Jonathan Arraiz Escobar, Joel Manuel González y una exfuncionaria del Cicpc no identificada fueron señalados de tener vínculos con las bandas delincuenciales el Tren de Aragua y el Tren del Llano para la entrega de armas.
El también diputado de la Asamblea Nacional (AN) electa en 2020 insistió en que los cuerpos de seguridad de Estados Unidos y el Centro Nacional de Inteligencia de España están vinculados a estas operaciones, al igual que el exdiputado Yorman Barillas, a quien ya se ha señalado como uno de los operadores en Colombia que reservaba el hotel “Las Toninas y otros servicios a los mercenarios”.
“Nada se hace sin que no lo autorice la señora María Corina Machado, eso lo dice Simonovis, que es el que manda todas las armas a Venezuela. La señora Machado está al tanto de todo esto, pero no le conviene decirlo, ella está al tanto de todo el daño que se pretende hacer a Venezuela”, indicó.
Además, lanzó una advertencia en su rueda de prensa: “El final se está acercando para los grupos extremistas, y les recomendamos que no intenten nada. Nosotros estamos preparados para tomar las decisiones que tengamos que tomar”.
Por otra parte, dijo que el Gobierno colombiano y sus organismos los han ayudado a identificar operadores logísticos en ese país.
Solicitó además que se convoque a declarar al dueño del hotel Las Toninas, donde supuestamente se alojaban “mercenarios” antes de ingresar a Venezuela. “Es muy importante que los países vecinos entiendan que lo que ocurre a Venezuela tiene consecuencias sobre ellos”.
