En varios sectores de Maturín, estado Monagas, los brotes de palometa peluda se han convertido en un problema para sus habitantes.
La presencia y el contacto con este insecto generan erupciones en la piel, que muchas veces producen picazón o ardor.
Marvelis Belisario contó su experiencia, tras haber estado en un espacio con pelusas de la Hylesia Metabus, nombre científico de la especie.
"Vi que habían algunas en la pared, pero ni se movían. Estuve allí unos minutos, alejada de esa parte, pero al pasar el rato me habían salido rosetas en varias zonas del cuerpo", expresó el ama de casa, quien se encontraba en la zona de Tipuro.
Según su descripción, al principio parece una picada de mosquito, pero minutos después “se va regando y produce una comezón insoportable”. Agregó que la incomodidad se ha reducido tras la aplicación tópica de alcohol absoluto y vinagre.
Según reportes de autoridades monaguenses, el insecto se ha detectado en zonas como La Pica, Viboral, Santa Elena y casco central de Maturín.
De acuerdo a información del portal web de El Universal, en El Parque, Guanaguanay, Los Guaritos y La Puente también llegaron las palometas.
Municipio Bolívar
En Caripito, la capital del municipio Bolívar, la situación no ha sido diferente. Hace varias semanas el brote de palometas había estado en su máxima expresión, pero con los días la situación se ha ido aplacando.
"Defensa Civil ha fumigado en centros de salud interdiario, con agua jabonosa o cloro. Se ocupan de los exteriores", expresó la licenciada en enfermería Rixi García.
Agregó que en la mayoría de los sectores del pueblo apagan las luces al llegar la noche, acción que según el criterio de sus habitantes, ha ayudado mucho en el proceso.
"Después de las 7 de la todo el mundo se queda a oscuras", dijo la enfermera, residente de Caripito.
No es una novedad
La aparición de las palometas no es una novedad en las zonas del noreste de Venezuela. Para los estados Sucre, Monagas y Delta Amacuro este fenómeno llega en casi todas las temporadas de lluvias.
Estudios explican que la hembra de esta especie suelta pelos abdominales en su vuelo, que se esparcen y quedan regados en el ambiente, hasta caer en superficies o en el cuerpo de las personas.
Maturín / Oriana García Rivas