Un policía civil ingresó armado a un edificio público en Brasilia, capital del país, y tras discutir con su expareja, una empleada pública de 43 años, la asesinó de tres disparos este lunes y luego se suicidó, confirmaron las autoridades.
La muerte de Débora Tereza Correia se produjo en la mañana en un predio de la Secretaría de Educación de Brasilia, donde trabajaba.
Según contó a la AP Rafael Parente, secretario de Educación del distrito, el asesino ingresó al edificio “normalmente”, se registró con el personal de seguridad, y pidió ir al tercer piso para hablar con la víctima. Empleados de la secretaría se sobresaltaron al escuchar gritos en el pasillo principal de la dependencia pública. Inmediatamente se produjeron los disparos.
El funcionario, quien aseguró que el asesino habría tenido una relación sentimental con Correia, dijo que el edificio no cuenta con detector de armas.
“(Los empleados) Escucharon los disparos y luego se encontraron con los dos cuerpos tirados en el pasillo. Todos están en shock, varios necesitaron asistencia médica”, contó Parente, que en el momento del crimen trabajaba fuera del edificio.
En un comunicado divulgado a la prensa, la Policía Civil lamentó el hecho y dijo que “las circunstancias están siendo investigadas”.
La violencia contra la mujer es un problema acuciante en Brasil. El año pasado, 1173 mujeres fueron asesinadas víctimas de feminicidios --o crímenes de odio contra la mujer--, según datos del Forum Brasileño de Seguridad Pública.
De acuerdo con estadísticas de la ONU, publicadas en 2016, el gigante sudamericano posee la quinta tasa más alta de feminicidios en el mundo (4,8 muertes cada 100 mil habitantes).
Este sábado, un hombre atropelló a su novia y la arrastró encima de su auto por 50 metros en Vargem Grande do Sul, Sao Paulo. El hombre fue preso tras el hecho y responderá a la justicia por intento de feminicidio.
Río de Janeiro / AP