Cuando terminó 2017, también cerró el primer año de la escasez de billetes en Venezuela, pero no de la crisis de efectivo.
Las estadísticas del Banco Central de Venezuela (BCV) evidencian que los problemas de disponibilidad de papel moneda son cada vez más severos, y se prolongarán en el tiempo, hasta tanto se modifique la proporción de las denominaciones emitidas.
El instituto emisor reportó que entre enero y diciembre del ejercicio pasado se emitieron 1 mil 866,3 millones de unidades del nuevo cono monetario.
Aunque la cantidad no es despreciable desluce frente a la enorme masa de piezas de los valores más bajos que está circulando, ya que sólo el de Bs 100 suma 6,4 millardos.
Esta disparidad no tendría mayor efecto en la disponibilidad de efectivo, si el Banco Central hubiera invertido la distribución de las denominaciones.
Por ejemplo, aunque desde hace más de un año la inflación comenzó una escalada que impidió al BCV seguirle el ritmo con la emisión de billetes suficientes, el ente agravó la situación al optar por privilegiar la impresión de los papeles de más baja denominación (Bs 500 y Bs 1 mil), en lugar de los de mayor poder de compra (Bs 10 mil, 20 mil y 100 mil bolívares).
Esta situación quedó representada, en que del total de papel moneda del nuevo cono en manos del público y la banca al cierre del año pasado, 82,1%, es decir, 1 mil 532,4 millones de piezas, corresponden a los de 500 y 1 mil bolívares; mientras que los Bs 20 mil y Bs 100 mil, apenas sumaron 58,4 millones de unidades.
El director de Econométrica, Henkel García, explica que con estas cifras, la relación entre el efectivo total y la masa monetaria (billetes, monedas y depósitos en circulación) se ubicó en su mínimo histórico, 5,87%, cuando el porcentaje ideal se sitúa en 14%.
Este resultado arroja que en 2017 el cash apenas superó un tercio de lo que necesitó la economía.
La crisis avanza
Ante los números publicados por el BCV, García recuerda la decisión de diciembre de 2016 del Ejecutivo de desmonetizar el papel de Bs 100, lo que ocasionó el colapso del sistema de pagos que hoy continúa.
A su juicio, “la medida del ‘billetazo’ lo que buscaba era llevar los billetes de Bs 100 de manos del público a los bancos, los cuales tenían niveles críticos de efectivo“, pero advierte que “hoy se está peor que en ese instante”.
Vaticina que la crisis de papel moneda se agrava, y principalmente “todo esto se debe a un manejo inadecuado del efectivo en circulación por parte del BCV”.
En ese sentido, aunque las autoridades acusen que algunas mafias se llevan los billetes a la frontera, García replica que la realidad es que el Banco Central “emite efectivo a un ritmo mucho menor al que crea dinero electrónico”, y además ha hecho una mala distribución de las denominaciones, afectando la disponibilidad del cash en el país.
Efecto
La falta de efectivo impacta la actividad laboral. El presidente de la Cámara de Comercio de Nueva Esparta, Edward Noguera, aseguró que esta situación está ocasionando “ausentismo laboral”, ya que los usuarios del transporte público no logran tener la suficiente cantidad de dinero para movilizarse todos los días.
18,4 millones
de piezas de Bs 100 mil emitió el BCV en diciembre, mes de introducción del nuevo billetes de más alta denominación del cono monetario. La cantidad es totalmente insuficiente frente a la escasez de efectivo que vive el país, lo que obliga a la ciudadanía a hacer largas colas en bancos para acceder a mínimas cantidades.
Caracas
Texto: Andreína Vargas