El derrame de hidrocarburos que desde principios de diciembre afectó las costas de Lechería, al parecer, le pasó factura a los prestadores de servicio durante todo el mes, pese a que el 22, en víspera de la Navidad, los balnearios fueron rehabilitados.
Y es que, según los prestadores de servicio de la zona, fue desde el domingo 1° de enero cuando empezaron a reportar la presencia de bañistas en playas como Lido y Los Canales.
“No nos hemos podido recuperar de los días perdidos porque fueron como 20, algo muy fuerte porque ocurrió en una temporada donde uno necesita producir. Pero en este 2023 se está más o menos normalizando la situación, aunque la afluencia ha bajado un poco en comparación con el año pasado, no sé si por el mismo tema del cierre de las playas”, expresó el vendedor de comidas, René Salazar.
En su caso, este martes ofrecía el plato más económico en $5, el cual contenía un pescado acompañado con arepa, tostones y papas fritas; también los combos familiares con tres pescados y los mismos contornos en $10; mientras que una cabaña de casi dos kilos, con sus acompañantes, era comercializados en $20.
En otros lugares expendían, por ejemplo, seis pastelitos por $5, la ración de tostones en $3, la de patacón en $7, la bandeja con pescado frito en $20 y la parrilla en $15.
Sobre el valor de los toldos, Vladimir Torres manifestó que se mantenían entre $5 y $10, dependiendo de la ubicación.
Resaltó que desde el 1° de enero fue que los bañistas empezaron a ocupar todas las sombrillas que ofrecía, por lo que consideró como un buen augurio para iniciar el año.
Lechería / Elisa Gómez