Desde 1999, se viene hablando en el municipio Bermúdez de la necesidad de buscar soluciones a largo plazo al tema del abastecimiento de agua potable. Pese a que se han producido periodos de sequías severas, que obligaron a racionar el vital líquido en zonas donde habitualmente no había problemas graves, la dotación nunca fue un problema.
Sin embargo El Carupanero, acueducto que abastece a la jurisdicción, a una zona de Ribero y a Andrés Mata, recorre 172 kilómetros desde Clavellinos y se concibió para que llegara agua a las zonas altas de Carúpano, algo que no ocurre actualmente, porque las roturas y las tomas ilegales hacen que solo llegue un tercio de la cantidad de líquido que sale de la planta y llega a los hogares de Carúpano.
Y aunque se han hecho esfuerzos para sustituir tramos dañados importantes, la tubería, de hierro y en su mayor enterrada en suelo salino, con el paso del tiempo, porque se puso en servicio en 1977, está cada vez más deteriorada y la parroquia Bolívar, que queda en la entrada de la línea al municipio está comenzando a sufrir con la disminución del caudal y a la ausencia del servicio donde la cota es más elevada.
Es el caso del sector Valle Hondo de Playa Grande, comunidad con dos calles y unas 200 familias que han visto como el servicio se ha ido espaciando, hasta casi desparecer en la zona más elevada.
Son los habitantes del sector quienes sufren con más fuerza el problema en la zona, unas 60 familias que viven en la zona alta, quienes reciben el vital líquido con una frecuencia de cuatro meses.
Santiago Ortiz, habitante por unos 15 años del sector más afectado, explicó que el agua no sube hasta sus hogares, por lo que se ven en la obligación de comprar nos mil litros a la semana, a un costo de $6, lo que totaliza $24 al mes.
El vecino dijo que fueron a la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) y el jefe de la dependencia, argumentó que no pueden hacer nada, porque las fracturas de El Carupanero ya alcanzan unos 150 puntos.
Al parecer, entre Cariaco y Playa Grande, la tubería está en muy mal estado, según les explicaron y les dijeron además, que no tienen maquinaria para acometer los trabajos más urgentes.
Agregó que el problema se les agrava por el desorden que hay en la entrada de la comunidad con el llaveo del acueducto y se quejó de la falta de un ente oficial que asuma la tarea y ponga orden.
En la calle principal de Valle Hondo, Rita Córdova, otra vecina, dijo que el problema del agua se agravó y que no está llegando con la frecuencia habitual, pues en la parte baja los lapsos se alargaron hasta un mes.
Dijo que la explicación de las autoridades es la disminución de la presión en El Carupanero por las múltiples fracturas que presenta.
Explicó que también existe la propuesta de construir un tanque para la parte alta, para que el líquido les baje por gravedad.
En la puerta de su vivienda, la señora Nieves Martínez, se unió a las voces de los afectados, que pasan en la principal pasan hasta un mes sin ver una gota de líquido en la tubería, por lo que deben cargar desde la entrada n pipotes para poder hacer labores del hogar y en ocasiones no les queda otra opción que comprar.
Se quejó de la situación de las personas con discapacidad y los adultos mayores, que se ven afectadas con más rigor porque no pueden cargar agua.
José Gómez, parte del equipo de la Dirección de Recursos Hídricos de la Alcaldía de Bermúdez, explicó que, ciertamente, las roturas de la tubería, provocan una caída en la presión, lo cual deja sin el servicio a muchos sectores que están en zonas altas.
Explicó que la línea hay varias fracturas graves que requieren reparación y desde la hidrológica se bajó la presión para evitar los inmensos desperdicios de líquido en la línea.
“Se está solicitando a Hidrocaribe urgente de roturas en Guaca, Propisca, Saucedo, en varios sectores, que están afectando con baja presión a Playa Grande. Mientras no tengamos presión en la tubería, así coloquemos válvulas y hagamos empalmes, si no tenemos agua en la línea, no vamos a poder solventar”.
Bermúdez / Cecilia Lárez