Un ingeniero industrial se llevó una desagradable sorpresa al encontrar el cadáver de su tía, la educadora Noris del Valle Cortez Aguilera, de 70 años de edad, en el suelo de su domicilio, en la calle Las Queseras de barrio Mariño, en Puerto La Cruz.
El profesional y otros familiares entraron a las 3:00 de la tarde de este viernes a la residencia, marcada con el número cabalístico 13, porque tenían varios días sin saber de la docente.
Unos parientes dieron parte a los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), cuya sede queda a tres cuadras del sitio del asesinato.
Detectives del Eje de Homicidios hicieron una inspección en la edificación y llevaron los restos de Cortez a la morgue del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), en Barcelona.
Expertos le observaron a la septuagenaria varias marcas de golpes, 18 heridas contusas y de arma blanca distribuidas en la cabeza y tórax del lado derecho.
Parquedad
Al ser abordado por los periodistas, el ingeniero industrial, quien prefirió mantenerse en el anonimato, aseguró que en la casa de su tía Noris Cortez no violentaron puertas, ventanas ni el techo. Y aparentemente no robaron nada.
El joven afirmó que ignoraba quién mató a la educadora, así como el por qué. Demandó justicia.
De seguidas, el profesional dijo que iba hacer diligencias y dio por terminada la conversación.
Unos vecinos que tampoco se identificaron manifestaron que Noris residía junto con su esposo, Alberto Marcano, de unos 70 años, quien es profesor y cajero. La pareja tuvo una sola hija que vive aparte.
Los residentes señalaron que en su misma vivienda los esposos atendían su Guardería y Centro de Educación Inicial (CEI) José Luis Ramos, cuyas actividades suspendieron a causa de las medidas de prevención del coronavirus.
Reacción
A los residentes les causó extrañeza el crimen de Noris, quien tenía unos 30 años viviendo en barrio Mariño.
Otros residentes comentaron que cuando los familiares encontraron el cadáver de Cortez en su domicilio, allí estaba el esposo Alberto Marcano. El hombre fue interrogado por pesquisas del Cicpc.
Todos los consultados adujeron que ignoraban los detalles del homicidio de la docente septuagenaria.
Puerto La Cruz / Yraida Núñez