Al menos ocho años fuera de servicio tiene el único ascensor que funcionaba manualmente en el hospital Luis Alberto Rojas de Cantaura, municipio Freites del estado Anzoátegui. Los otros dos elevadores llevan una década dañados.
"Eso no se me olvida porque pasé todo ese tiempo junto a mis compañeros haciendo el trabajo de ascensor. Teníamos que cargar a los pacientes en brazos desde la Emergencia hasta las habitaciones", dice el jubilado Yoel Velásquez, quien se desempeñó como camillero hasta el año pasado tras laborar durante 42 años en ese centro asistencial.
Velásquez lamenta que esa carencia no se haya resuelto, a pesar de los anuncios hechos por funcionarios y gobernantes de turno. Uno de ellos se produjo en agosto de 2015, cuando el director del hospital, Roberto Rojas, quien actualmente desempeña ese cargo, declaró que los ascensores serían sustituidos por equipos nuevos que habían sido adquiridos en el extranjero, pero llevaban ocho meses retenidos en el Puerto de Guanta.
El galeno dijo que desconocía cuándo sería otorgada la permisología para ingresarlos al país, pero hasta la fecha nada más se sabe sobre esa supuesta adquisición por parte del Instituto Anzoatiguense de la Salud (Saludanz).
Ya en 2012, el entonces gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, declaró que el problema sería solucionado en poco tiempo.
Ninguna de esas promesas se ha materializado y los pacientes siguen siendo llevados en brazos por los camilleros y los familiares.
Anaco / Danela Luces
