Durante los 12 meses del año, los artesanos que hacen vida en los alrededores de la Basílica Menor Nuestra Señora del Valle reciben a cientos de feligreses al día, en especial en las vísperas de la celebración de la virgen el 8 de septiembre.
Nairobis Fernández expresó que tiene 35 años trabajando en las afueras de la iglesia católica. "Todos los días estoy aquí y veo como llegan personas de todas partes del país".
Residentes de los estados Anzoátegui, Sucre, Miranda, Lara, Zulia, son los que más visitan el lugar.
Agregó que ella forma parte de la tercera generación de su familia que trabaja como artesana a pocos metros de la entrada del templo.
Ramón José Millán, quien tiene 23 años de labor como artesano, mencionó que siempre reciben a los turistas con una gran sonrisa, pues esa es la carta de presentación de los margariteños.
Comentó que uno de los productos que más se venden en su puesto es la imagen del escapulario hecho a mano.
Mientras que en el local de Roselis Suniaga lo más que buscan los feligreses es la imagen de la Virgen del Valle en tamaño mediano.
La artesana, con 25 años de experiencia, comentó que este año se ha visto más afluencia de devotos. Sin embargo, afirmó que las ventas del año pasado estuvieron mejor.
De Colombia a Venezuela
Yuli Fuentes, oriunda de Cúcuta, Colombia, es una de las personas que día a día laboran en los alrededores de El Valle del Espíritu Santo.
Acotó que desde hace 15 años llegó a tierras venezolanas y se instaló en la Isla de Margarita.
"Me siento margariteña. Creo en Dios, pero aquí las personas tienen gran devoción a esta virgen. Creen tanto que he visto a gente que llega arrodillada para cumplir sus promesas".
Dijo que puede confeccionar una pieza hasta en cinco minutos. Las que más elabora son los collares.
Margarita / María Alejandra Lunar
