Cada 4 de julio se celebra el día de los profesionales de la Arquitectura en Venezuela en honor a la fundación, en el año 1945, de la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA), hoy bajo el nombre de Colegio de Arquitectos de Venezuela (CAV).
Este sector, que proporciona servicios relacionados con el diseño de edificios y el espacio urbano, también ha tenido que moldearse a las dificultades del país para no abandonar el oficio y, por el contrario, seguir enalteciendo su protagonismo dentro de la sociedad.
Uno de estos hacedores es Ramón Yánez, quien interesado por estudiar una carrera estrechamente relacionada con la planificación y la construcción de las ciudades, se formó como arquitecto en la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde además cursó una maestría en Planificación Física y Urbanismo.
En la actualidad suma 38 años de ejercicio profesional y es el director del departamento de Urbanismo y Catastro de la Alcaldía del municipio Simón Bolívar, estado Anzoátegui.
Sus primeros trabajos, recordó, los hizo durante su etapa como estudiante universitario, cuando participó en el diseño de la parte superior de la sede del Diario Provincia de Cumaná, así como de la vivienda principal de sus padres, en la misma capital sucrense.
Pero, su mayor experiencia profesional estuvo marcada por la constitución de la Fundación Regional para la Vivienda (Funrevi) en el estado Sucre.
“Fue un trabajo interesante, no sólo de creación de la institución, que comenzaba de cero, sino también de viviendas en la entidad. Me permitió tener un ejercicio importante tanto en la gerencia pública (en la década de los 90), como en el diseño concreto de conjuntos habitacionales”, afirmó Yánez.
El nativo de Maturín, estado Monagas, indicó que en el país actual las inversiones en el campo de la Arquitectura están reducidas y que el reconocimiento de los proyectos (propuestos por estos profesionales) tampoco es el de años anteriores.
“Ya no existe la conciencia de la necesidad de los proyectos de arquitectura (…) este aspecto es fundamental y se ha despreciado, en algunos casos hasta se desconoce”, añadió Yánez, de 62 años de edad.
Sin embargo, considera que el rol del arquitecto es muy amplio, lo que les permite reformular sus acciones y seguir ejerciendo aun ante las dificultades.
Admiración
Ramón Yánez destacó el trabajo de colegas y manifestó admiración por su legado, como es el caso del fallecido Carlos Raúl Villanueva, quien “siempre estuvo involucrado en el sector público y permitió crear grandes obras, como la UCV”, así como del “brillante” Fruto Vivas, arquitecto del popular Árbol para Vivir y el Museo Dimitrius Demu, en Lechería.
“Podemos participar en el diseño de edificios, conjuntos residenciales; en la ampliación y mejoramiento de fachadas de edificaciones; en proyectos de espacios exteriores, como calles, plazas, etc.; formular políticas para el sector hábitat, en pro de la arquitectura y de las ciudades”, destacó.
Yánez, quien fungió como profesor de varias materias relacionadas al Urbanismo y Diseño en diferentes instituciones de Caracas, y que imparte clases en la carrera de Técnico de Construcción Civil, en la Misión Sucre de Anzoátegui, mencionó lo importante que es enseñarles a las futuras generaciones a resolver problemas en beneficio del campo laboral, pero también de la sociedad.
“Los arquitectos somos constructores de sueños. Contribuimos con el ambiente en el que el ser humano vive y se desenvuelve, por lo tanto, estamos en dependencia fundamentalmente de la persona a la que se va a servir”, puntualizó.
Barcelona / Andrea Aroca
