Tal como fue anunciado, el dirigente nacional de La Causa R, Andrés Velásquez, estuvo en el estado Anzoátegui para participar en una asamblea de trabajadores que se llevó a cabo en el auditorio de la Casa Sindical, en Barcelona.
Junto a él acudieron representantes de gremios del país y diputados del parlamento venezolano.
Antes de la intervención de Velásquez, se dio el derecho de palabra a sindicalistas de la entidad anzoatiguense. Fue el caso del presidente de la Federación de Trabajadores del estado, (Fetranzoátegui), Tito Barrero; el presidente de la Unión Regional de Empleados Públicos (Urepanz), José "Cheo" Hurtado y Giovanny Yaguaracuto, del sector salud.
En su discurso, el líder de La Causa R lamentó la difícil situación que vive la masa laboral del país.
"Hoy en día, los trabajadores están un paso más atrás de la esclavitud. Los esclavos al menos recibían comida de sus amos, pero a los trabajadores de Venezuela no les alcanza el sueldo ni para alimentarse. Tenemos esclavos médicos, esclavos ingenieros, esclavos profesores.... Eso de igualar los salarios a un 'sueldo mínimo' es una agresión a los trabajadores. Eliminar los tabuladores salariales es el peor insulto y la peor esclavitud", manifestó.
Ante este panorama, Velásquez exhortó a empleados y obreros a asumir la responsabilidad de unir fuerzas con el objetivo de poder "hacerle frente al régimen".
"Tenemos el respaldo internacional, pero falta un ingrediente y es el de los trabajadores, los que producen, esos tienen que articular todas las acciones en la calle para que el usurpador (Nicolás Maduro) salga de Miraflores", acotó.
Además, instó a las universidades autónomas a unirse a esta lucha impulsada por la clase trabajadora.
El dirigente nacional de La Causa R pidió a la población en general seguir unida y no plegarse a la "campaña de desprestigio" en contra de Juan Guaidó.
"Pese a que Maduro no ha salido, hoy somos más fuertes. Si los trabajadores alzan su voz, se cae Maduro", aseveró.
Al finalizar su intervención, los presentes aplaudieron y mostraron gran algarabía.
Barcelona / Jesús Bermúdez Pino