Avanza el segundo mes del año, y los problemas de la economía siguen agudizándose. Los analistas advierten la necesidad de aplicar un plan de estabilización que implique -entre otros factores- el desmontaje del control cambiario y el refinanciamiento de la deuda externa, pero ante las fuertes distorsiones ahora añaden la necesidad de eliminar el bolívar como moneda de pago.
El planteamiento lo hicieron el economista y diputado José Guerra y el director de Torino Capital, Francisco Rodríguez, quienes si bien coinciden en que la nula credibilidad o confianza en el signo monetario obliga a su sustitución, discrepan con qué debe ser remplazado.
Guerra sostuvo que junto a un programa de ajuste, se debe prescindir del bolívar porque “está destruido“, y cualquier plan macroeconómico “no puede arrancar con el peso muerto que significa una moneda en la cual nadie cree, nadie confía”.
Defendió su propuesta diciendo que la medida no será una dolarización, “sino sustituir al bolívar por una moneda nacional que inspire confianza y que implique que no se va a devaluar consecutivamente”.
La postura de Rodríguez es parcialmente similar. Aunque acuerda que el bolívar debe desaparecer, sí apostó a la dolarización como salida. Señaló que aunque la medida pueda traer costos, “el beneficio de adoptar un anclaje irreversible en este momento es que detendría en seco la hiperinflación, evitando el alto riesgo de la contracción que podría producirse si el Gobierno desea estabilizar la economía y mantener la moneda”.
Rodríguez expresó que con apenas $3 mil millones -las reservas superan los $9 millardos- “Venezuela podría cambiar la totalidad de los depósitos y dinero circulante en la economía por dólares a un tipo de cambio de Bs 68 mil por dólar”, muy por debajo de la tasa no oficial que actualmente representa casi 2,5 veces el billete de más alta denominación en el país.
Incumplimiento
El diputado Guerra, quien fue gerente de Investigaciones Económicas del Banco Central de Venezuela (BCV), expuso que “un banco central es una institución especializada en una sola cosa: mantener el valor de la moneda que emite”, pero acotó que si como pasa en el país “financia masivamente al Gobierno, la moneda será destruida, y entonces no valdrá la pena tener moneda propia”.
Atendiendo a la necesidad del plan de estabilización que se requiere para detener la hiperinflación y reanudar el crecimiento económico, Guerra indicó que ambos objetivos se pueden lograr en paralelo, pero advirtió que “con este bolívar le restaría credibilidad”.
Desde el BCV las únicas manifestaciones están orientadas al lanzamiento del petro. Su presidente Ramón Lobo obvia cualquier crítica a la política monetaria, y señaló que el ente a su cargo respalda el planteamiento del Ejecutivo de impulsar el activo digital “como mecanismo que brindará estabilidad económica e independencia financiera”.
Limitación
Los problemas con la moneda en el país pasan además por el efec- tivo. La fuerte escasez de billetes afecta a todos, y el Banco Bicentenario anunció que en el próximo pago de pensiones, que se hará el 20 de febrero, sólo podrá garantizar un retiro único por taquilla de Bs 347 mil 914,58.
356
dólares es el salario promedio en Latinoamérica. Francisco Rodríguez, de Torino, dijo que en una eventual dolarización los ingresos subirían levemente, pero si se aplica el cambio con reformas estructurales que lleven a una economía de mercado funcional, aumentarían hasta converger con los de los países vecinos.
Caracas / Andreína Vargas
