La elección del nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), calificado de “espanta votos” por la oposición, forma parte de una estrategia gubernamental que ha tropezado en las últimas semanas con una militancia opositora más “madura” y menos dispuesta a “dejarse intimidar” por las maniobras del chavismo.
Al menos esta es la opinión de distintos analistas consultados por El Tiempo, quienes consideran que, en la actualidad, un sector de la ciudadanía apuesta a una salida electoral como la única vía para cambiar el rumbo del país desestimando otras estrategias como las protestas masivas de calle o una rebelión militar.
El consultor político, David Rico, advierte que la renovación del CNE solo va a “espantar votos” en la medida que el discurso de la dirigencia opositora “caiga en el juego del chavismo de generar aún más dudas” sobre la ruta electoral para desmovilizar a los votantes o que la población pierda la fe en los comicios. En ese caso, indica el experto, la responsabilidad de no aprovechar el cambio de la ciudadanía sería únicamente del antichavismo.
“Hemos podido ver en diferentes estudios la opinión, tanto dentro de Venezuela como fuera del país, que otra salida que no sea la electoral sería infructuosa y generaría más dolor entre los venezolanos y seguramente no alcanzaría los objetivos (…) La oposición es la responsable de esto. Debe crear una opinión positiva en torno a lo electoral, y sobre la necesidad de este enfoque” señaló Rico.
La renovación del organismo comicial tomó dos meses -inició luego de la renuncia masiva de los anteriores rectores el 15 de junio.
Las autoridades principales y suplentes fueron escogidas por una comisión de la Asamblea Nacional (AN) de un total de 153 candidatos.
Para la presidencia del CNE se optó por la designación más polémica: la del ex Contralor General, Elvis Amoroso. El abogado, y ex diputado fue responsable durante su paso por la instancia del Poder Moral, de las inhabilitaciones de la coordinadora de Vente Venezuela (VV), María Corina Machado, y de los dirigentes de Voluntad Popular (VP), Juan Guaidó y Freddy Superlano, entre otros. Ha sido sancionado por los gobiernos de Estados Unidos y Panamá por “socavar procesos electorales, censurar a los medios, corrupción y legitimación de capitales”.
De los cinco rectores principales, Amoroso junto con Rosalba Gil y Carlos Quintero forman parte de la terna vinculada con el chavismo que harán mayoría en las decisiones del Poder Electoral.
Gil, ex esposa del fallecido diputado del Psuv, Darío Vivas, ocupaba el puesto de secretaria de la AN y fue objeto de una inhabilitación por parte del contralor Clodosbaldo Russián en enero de 2007 por supuestas irregularidades administrativas en la secretaría del Cabildo Metropolitano.
Por su parte Quintero, es Ingeniero de Sistemas asimilado por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) como Mayor del Ejército. Ha sido funcionario del CNE desde hace casi 20 años y ha participado en la organización de, al menos, 19 procesos comiciales. Fue director del Registro Electoral (RE) y director de Informática. En noviembre de 2017 fue sancionado por los gobiernos de EE. UU. (2017) y de Panamá (2018) por “socavar procesos electorales” entre otras irregularidades.
Para el consultor e investigador en Gerencia Pública, Raniero Cassoni, la elección de este CNE es una clara señal de que la intención del chavismo es “torpedear cualquier proceso de confianza hacía las próximas elecciones”, sobre todo enfocándose en las figuras de los rectores Amoroso y Quintero.
“Sin embargo, los ojos del mundo van a estar sobre Venezuela. Nicolás Maduro necesita la relegitimación de alguna u otra manera. De cualquier modo, vamos a ver algunas otras medidas, probablemente acciones contra la primaria del 22 de octubre. No creo que el régimen quiera que la primaria se realice”, advierte Cassoni.
Los otros dos rectores que completan la alineación de los cinco principales, están vinculados con la oposición y buscarán poner algunos límites a las actuaciones de los funcionarios relacionados con el oficialismo. Ellos son: Aimé Nogal y Juan Carlos Delpino.
Nogal es abogada, fue secretaria política de la dirección nacional de Un Nuevo Tiempo (UNT) y representante de esta tolda ante el CNE. Mientras Delpino ha estado relacionado con Acción Democrática (AD) y fue suplente del exrector Rafael Simón Jiménez en 2020 También integró las comisiones de Registro Civil y Electoral del CNE.
La consultora y especialista en campañas electorales, Paola Molina, subraya que la elección de este CNE no puede ser una “sorpresa” para el antichavismo. De hecho, la fórmula de dejar sólo dos plazas para la oposición, es una constante de los recientes procesos de renovación del CNE.
“Se sabía que todo el proceso para llegar a una elección legítima, con condiciones claras, no es una tarea fácil. En Venezuela ahora mismo, hay una carrera de obstáculos. La oposición tiene que diseñar la estrategia para ir sorteando cada uno de esos obstáculos, de una manera muy transparente. Hay que ser francos y claros con los ciudadanos sobre que (llegar a las presidenciales y ganar) será un camino difícil y complejo y que el Gobierno va a valerse de todo lo que esté a su alcance para intentar que los opositores no salgan a votar”.
Agrega Molina que el primer objetivo de la dirigencia antichavista en este momento debería ser “hablar claro a la población” y explicar que la elección del CNE es parte de una estrategia.
“Hay que intentar que la gente comprenda que vendrán obstáculos mucho mayores a este y que ir sorteándolos es parte de la recuperación de la democracia y la lucha a favor de los Derechos Humanos y del derecho al voto”.
La experta agrega que la tarea de la oposición es precisamente la denuncia internacional, y dar a conocer a la población bajo qué condiciones se está actuando pero, también, que solamente participando se pueden lograr avances.
“Hay que poner como ejemplo lo que fueron las elecciones parlamentarias del 2015, cuando una alta participación permitió que la oposición alcanzara la mayoría en la Asamblea Nacional. Esto también ha ocurrido en algunos estados del país donde ha ganado la oposición. En esos casos, la gente ha salido masivamente a votar. Se trata de entender que la abstención juega a favor del Gobierno”.
Añade Molina que todo lo anterior debe estar acompañado del surgimiento de liderazgos y propuestas claras que tengan incidencia en la ciudadanía para motivarla a supera los obstáculos con éxito.
El cambio de un sector de la ciudadanía en torno a apostar a la salida electoral, no es el único factor que juega a favor de las primarias opositoras del 22 octubre y, al final, de las presidenciales de 2024.
El surgimiento de un liderazgo que ayude a repolitizar el país es una parte fundamental de este giro, indican los expertos.
Según las encuestas, las figura de la candidata de Vente Venezuela, María Corina Machado ha venido despuntando cada vez más respecto a la aceptación de otros aspirantes.
Pero los analistas consultados estiman que esto podría ser un arma de doble filo. Por un lado, Machado, más que “repolitizar” a un segmento del electorado, se está convirtiendo en una esperanza y una opción viable, señala Cassoni.
“Ella ha sido coherente, ha tenido una cercanía con la población. También ha estado ajena a las contradicciones de la que han pecado muchos dirigentes de la oposición”.
Sin embargo, Cassoni acota que la percepción que se tiene sobre Machado en relación a “no querer negociar” con otros actores del antichavismo, o de ser “confrontativa”, no es lo que muchos venezolanos vinculan a un liderazgo de transición hacia la democracia.
Machado ha dado un giro hacia la opción electoral -sobre la cual manifestaba rechazo años atrás. Al igual que el fallecido mandatario Hugo Chávez en 1998, la líder de VV, ha rectificado sobre las vías que pueden abrir espacios de triunfo, esto a pesar de su inhabilitación.
David Rico es tajante al apuntar que Machado no sólo no ha ayudado a repolitizar al electorado, sino que, incluso, no ha generado una opción real de cambio.
Agrega que los ciudadanos que van a votar en las primarias de la oposición y que son favorables a Machado-, son una minoría.
“Esto no significa que la oposición sea minoritaria, sino que en las primarias, históricamente, vota poca gente”, agrega.
Según apunta Ismael Pérez Vigil, integrante de la Comisión Nacional de Primaria, en una consulta de este tipo participa entre 12% y 15% del RE, pero en la primaria del 2012, participó el 17,1%, y ese porcentaje fue el más alto para una elección de este tipo.
Paola Molina coincide en que el fenómeno Machado no se trata de una repolitización de la ciudadanía. “Lo que ha hecho María Corina Machado es capitalizar el descontento de una parte de la población que incluso no creía en la ruta electoral o estaba a favor de la abstención. Este segmento que se ve representado en ella, trabaja y opera a favor de la elección primaria”.
En este momento el escenario político no es el mismo que en el 2017 y 2019. Las sanciones no son el eje de la presión internacional, e incluso el apoyo de otras naciones a la causa venezolana ha mermado notablemente.
“Por tanto, los seguidores de María Corina Machado también están dando una lectura distinta a la situación política. Ya no es lo mismo de otros años en los que podían darse otros tipos de salida a la crisis que vive Venezuela. El camino actual, el más viable, es el de la participación y la ruta electoral. Hoy en día en Venezuela no está sobre la mesa ningún otro tipo de alternativa. Menos aún una intervención militar”.
Aunque según los analistas, la conexión entre los venezolanos y la política cada vez está más clara, existen dudas sobre votar por una persona inhabilitada.
Para David Rico el discurso opositor tiene que ser más claro y darle a entender al ciudadano cuáles son las opciones y las estrategias a seguir en caso de elegir a un candidato inhabilitado en las primarias.
“Hay que explicar claramente que significa el eslogan de ‘ir hasta el final’ de Machado ¿Cuál es el plan B? ¿Hay un plan B, o nuevamente la oposición va a quedarse sin estrategia frente al hecho político?”
Rico considera que la ausencia de un plan B es lo que verdaderamente puede desmovilizar y desmotivar a la oposición y promover aún más el divorcio entre los ciudadanos y los políticos.
Casoni agrega que, aunque Machado esté bien posicionada en las encuestas, es al Gobierno al que le interesa que ella esté a la cabeza de la aceptación porque polariza la elección.
“Habría que ver como continúa su liderazgo en una eventual suspensión de las primarias o también como se llegan a consensos internos desde la Plataforma de la Unidad”.
Sin embargo, aún queda por ver si los consensos en torno a los candidatos a la primaria -distintos a Machado-, podrían ser un elemento de división del electorado.
La reciente alianza entre Henrique Capriles Radonski de Primero Justicia (PJ) y Manuel Rosales de Un Nuevo Tiempo (UNT) que busca frenar el avance de la dirigente de Vente Venezuela, es un ejemplo de ello.
En todo caso, los analistas coinciden en que sigue siendo responsabilidad de la oposición -más que del Gobierno-, el éxito o el fracaso en la motivación y movilización de los votantes para las presidenciales de 2024.
Caracas / Rodolfo Baptista / Rafael Arias
