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Alza de precios de productos sigue con fuerza, pese a bajada del dólar paralelo

octubre 7, 2019
Los fuertes pagos en bolívares que hizo Pdvsa en agosto dispararon el tipo de cambio paralelo el mes pasado / Foto: Archivo

En la última semana de septiembre, un venezolano requirió Bs 22 mil más de lo que necesitaba un mes atrás para comprar un cartón de huevos, pues desde finales de agosto aumentó de Bs 60 mil a Bs 82 mil bolívares en algunos establecimientos de Caracas, es decir, un incremento de 36,6%.   

Mientras, el kilo de carne de primera varió 13,3% al subir en el mismo período de Bs 60 mil a Bs 68 mil, montos que además están muy por encima de los Bs 40 mil —alrededor de 2 dólares— que al mes cobran trabajadores públicos y los pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) como ingreso mínimo.   

Así como los de huevos y los de la carne de res, los precios de otros productos y servicios siguieron incrementándose en septiembre, pese a que el tipo de cambio paralelo no superó los 22 mil bolívares por dólar, un comportamiento distinto al que registró el mes anterior.   

En agosto la tasa cambiaria dio un salto abrupto: aumentó 108%, lo cual disparó los precios de bienes y servicios y duplicó la inflación calculada por la Asamblea Nacional (AN).   

El mes pasado, el indicador de alza general de precios se ubicó en 65,2%, lo que representó un incremento de 31,4 puntos porcentuales respecto a julio, cuando se situó en 33,8%, según la Comisión de Finanzas del parlamento. Quedó demostrado el fracaso de la política de contracción del crédito que aplica el Banco Central de Venezuela (BCV) a través del encaje bancario marginal, que había estabilizado el tipo de cambio y bajado, mas no frenado, la velocidad del aumento de precios.   

“Esa política de encaje legal es un fracaso que se evidencia en este momento. Los precios no se han podido contener. Hemos visto en la última semana del mes de agosto una devaluación acelerada del tipo de cambio, que ha empujado esta variación de los precios”, afirmó el diputado y economista Ángel Alvarado, miembro de la instancia parlamentaria.   

Sin embargo, en septiembre el tipo de cambio paralelo no aumentó, incluso bajó 16%, al pasar de Bs 25 mil a principios de mes a Bs 21 mil por dólar el viernes 27 de septiembre. Aun así, los precios siguieron incrementándose. Es por esta razón que, tras la baja del precio de la divisa en el mercado paralelo, la referencia en prácticamente todos los comercios del país, algunas personas se preguntaron por qué los precios de los productos en los establecimientos no bajaron también, sino que se mantuvieron e incluso subieron.   

“El dólar bajó y las cosas siguen aumentando”, expresó una consumidora en un supermercado al este de Caracas luego de agarrar un paquete de un kilo de harina de maíz precocida, que costaba Bs 24 mil 890, 24, es decir, 45% más de lo que valía en la última semana de agosto (Bs 20 mil).   

La misma percepción la tiene Jessica Martínez, quien trabaja en un geriátrico y lleva un mes sin comprar champú por el alto precio del producto. “(Los precios) siguen elevándose, no paran”, dijo el sábado 28 de septiembre en una perfumería ubicada en Santa Mónica, al sur de la ciudad capital. “Todo ha aumentado, la comida y principalmente los productos de higiene personal”, señaló.   

En el establecimiento un envase de champú de 350 ml costaban entre Bs 58 mil 860,98 y Bs 66 mil 294,17. Un jabón de 125 gramos  tenía un precio de Bs 13 mil 590. “Sufrimos una inflación cada vez más alta. Lo que hago es que voy a varios lugares para comparar precios. Esto está cada día peor”, añadió Martínez.

El cartón de huevos subió de Bs 60 mil a Bs 82 mil / Foto: Internet

Factores que afectan  

Los economistas explican que la variación de la tasa de cambio no es el único factor que explica el comportamiento de los precios en Venezuela y que por el severo ciclo hiperinflacionario que azota al país –2.674% entre enero y agosto– es imposible que bajen.   

El economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, aclara que no existe una relación de uno a uno entre la variación del tipo de cambio y la inflación, pues hay momentos en que la tasa se mueve de forma más agresiva que los precios o a la inversa.   

“En segundo lugar, el tipo de cambio que afecta el componente importado no es el único factor a tomar en cuenta en los precios. Hay otros factores importantes, destacando la ausencia de proveedores, afectaciones en la cadena de valor, colapso de los servicios, corrupción y la incertidumbre. Este último elemento es central, aunque mucha gente no lo entienda. Si no hay certeza del comportamiento que tendrán las variables que afectan precios y costos en el mediano plazo, los precios no bajan, porque el riesgo de  descapitalizarte es muy alto”, explica el experto.   

Señala que, si bien cada vez hay más transacciones en dólares, no han desaparecido los bolívares ni la hiperinflación asociada a este. “Esto impacta fuertemente la cadena de suministros y los costos. La cantidad de bolívares que emite el Estado no es despreciable. Es justamente el desequilibrio monetario lo que está detrás de la subida de los precios, aunque usted pague en dólares. No olvide el peso del Estado venezolano y que este se mueve con bolívares y emite bolívares también”.   

Oliveros sostiene que es un error subestimar esto, pues para comprar dólares alguien debe querer los bolívares. “Es la base del mercado cambiario y es un elemento más que evidente que el bolívar sigue estando presente y no ha desaparecido. Si los costos de las cosas suben permanentemente (asociado a los bolívares) y es mayor que el ritmo al que el tipo de cambio se deprecia, los precios denominados en dólares no se mantienen invariables”.   

Añade que la competencia es un factor clave para tener estabilidad de precios, y que mientras se reduzca el número de empresas, entre proveedores y comerciantes, cada vez será más difícil lograr una reducción de la inflación. “Es un tema que nos va a pasar factura en un escenario de transición”.   

Según Consecomercio, en 2017 quedaban menos de 250 mil de las 830 mil empresas que existían en el país en 2002. El gremio asegura que sólo el año pasado 40% de los negocios cerraron sus puertas.   

En 1997, antes de que el fallecido presidente Hugo Chávez asumiera el poder, que fue en febrero de 1999, había 12 mil 700 industrias en Venezuela y cerca de 600 mil  puestos de trabajo directos. Dos décadas de chavismo después, esos números se redujeron, respectivamente, a 2 mil 500 y 200 mil, por lo menos hasta el cuarto trimestre de 2018, de acuerdo con Conindustria.   

Ecoanalítica indica que la caída de la producción local, la presencia de controles, las reordenaciones en los patrones de consumo, la apreciación cambiaria, el deterioro de las cadenas de distribución, entre otras, inciden en que los precios de casi todos los rubros se ajustan con considerable volatilidad, “lo que impacta de forma no trivial sobre los precios relativos entre esos mismos rubros”.   

Afirma que el tipo de cambio puede frenarse un poco si el Ejecutivo retoma cierta disciplina en la ejecución de gasto. En julio, “la ejecución de gasto de Pdvsa y algunos entes públicos y ministerios fue elevada, por encima del promedio, impactando el mercado cambiario”.   

El economista Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis, asegura que cuando el Gobierno mantiene la disciplina fiscal y recoge el dinero, no hay cómo satisfacer la demanda teórica de divisas al precio de mercado, pues no hay bolívares con qué adquirir dólares y el tipo de cambio se mantiene aparentemente estabilizado.   

“Cuando, en cambio, Pdvsa o el Gobierno se ven obligados a pagar a proveedores en bolívares, entonces el precio del dólar se dispara por vía de la presión de demanda, que ahora sí puede materializarse con el circulante disponible en moneda local, produciendo picos de devaluación. El problema se amplifica porque se activan las expectativas devaluacionistas y el mercado ‘hiperventila’ llegando a tipos de cambio récord. Una especie de fiebre demandante que puede llevar el dólar a picos exorbitantes”.   

En efecto, la razón por la cual el tipo de cambio paralelo aumentó significativamente en agosto fue porque Pdvsa hizo fuertes pagos en bolívares.   

“El 26 de agosto, el Banco Central de Venezuela (BCV) reportó un aumento de 700 millones de dólares en sus reservas internacionales, principalmente en yuanes provenientes de Pdvsa. Para adquirir esas divisas, el Banco Central debe pagarle a la estatal petrolera en bolívares. Pdvsa por su parte paga a proveedores con ese dinero. La entrada en circulación de esos bolívares se destina en parte a la adquisición de divisas, lo que explica el aumento del tipo de cambio de los últimos días (de agosto)”, afirmó el economista Giorgio Cunto Morales, de Ecoanalítica, en un trabajo publicado en Prodavinci.   

Por otra parte, el presidente de Datanálisis señala que cuando el Gobierno restringe de nuevo su gasto o logra aspirar la liquidez, incluso con la misma venta de divisas, el mercado vuelve a secarse de bolívares, la compra de dólares se desploma, baja la presión real y perceptual, y el tipo de cambio se estabiliza momentáneamente, incluso hasta puede bajar, como sucedió en septiembre.

Economistas afirman que es imposible que los precios bajen por el severo ciclo hiperinflacionario que vive el país / Foto: Internet

Caracas / Carlos Seijas Meneses

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