Este 15 de octubre se cumplieron dos meses de la detención de Virgilio Laverde, estudiante de medicina de 24 años, quien se desempeñaba como coordinador juvenil del partido Vente Venezuela en el estado Bolívar.
Laverde fue privado de libertad en el contexto de la represión poselectoral el pasado 15 de agosto por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
La detención ocurrió en su residencia ubicada en la parroquia Catedral del municipio Angostura del Orinoco, en horas de la madrugada y sin orden judicial.
Desde entonces, la realidad de la familia Laverde cambió y allegados al estudiante aseguran que “él ya no es la misma persona que entró”.
Virgilio está recluido en el Cicpc de Ciudad Bolívar, donde se le permite una visita semanal -los viernes- de 5 minutos.
Quienes han podido conversar con él, aseguran que su estado es de nerviosismo, evita mirar a los ojos, su aspecto es sombrío y, a pesar de no mostrar indicios de tortura física, insiste en que sus conocidos están en peligro y deben salir del país.
“Es bien alimentado porque nosotros le llevamos la comida y se la hacen llegar. No hay síntomas de maltrato físico. La visita es muy limitada y no puede hablar ese tipo de cosas allí. Pero realmente está afectado. No es la misma persona con la que nosotros compartíamos. Está muy disociado, tiene un pensamiento diferente. En cada visita nos damos cuenta que tiene información diferente. No entendemos por qué, si solo comparte con quienes están allí y sus compañeros de celda. Le dan información sobre lo que supuestamente está pasando afuera, acontecer político nacional, regional y municipal. Asumo que para meterle miedo a él y que lo transmita en la visita. Nos dice: dile a tal persona que se vaya del país, que se mude del estado, que dejen la política, que no publique más. Son personas cercanas a él. Le están inyectando todo ese tipo de cosas allá adentro y nosotros no sabemos qué es lo que le puedan decir”, puntualizó una fuente cercana a Laverde que prefirió mantenerse en el anonimato.
Los parientes de Virgilio están convencidos de que está siendo víctima de tortura psicológica y que está expuesto a información que le ocasiona mortificación constante.
La realidad de los parientes no es diferente, ya que viven con sentimientos de angustia y temor. La mañana de este 15 de octubre, la madre del joven fue internada en un centro de salud con síntomas de infarto, a pesar de nunca haber sufrido de tensión arterial elevada. Presuntamente se debe a todo el estrés que le ocasiona la situación de su hijo.
“Su familia está afectada. Su papá está sintiendo un rechazo absoluto a la política. Decepción con la política. No hay otra explicación. Pero nadie tiene la culpa de esto. Él siente que no hay un total apoyo o un buen contacto, pero realmente no es algo en lo que puedan intervenir dirigentes opositores. Su mamá está entregada en cuerpo y alma, llevarle la comida, estar allá buscando información… Así sea afuera del recinto, al mediodía… Ella siempre se queda a veces hasta sin comer. Ayer estuvo en el hospital, tuvo principio de infarto, ya está más estable. Son secuelas y cosas que vienen añadidas por esta situación”, manifestó una amistad de la familia.
– ¿Creen que está siendo torturado psicológicamente?
– Totalmente. Él es resiliente. A pesar de estar allí y de todo lo que está pasando, está convencido de que lo vamos a lograr y que todo será remunerado. Pero es una persona con mucho miedo. No ve a los ojos, siempre tiene mirada esquiva, de preocupación. Es una presión personal y social por el tema de sus estudios.
Virgilio no se ha rendido, a pesar de vivir una realidad adversa, el activista político pidió a un amigo que lo inscribiera en la universidad, ya que confía en que saldrá pronto de prisión. Esta amistad se encargó de llevarle una guía de estudio para que pueda leer durante su detención, con el objetivo de que pueda repasar y estar al día para retomar sus clases al momento de ser liberado.
La fe de Virgilio no sorprende a sus conocidos, ya que lo definen como una persona capaz, íntegra y que siempre se empeña en conseguir sus objetivos.
Este perfil y sus dotes académicos provocaron una conmoción profunda en la región, cuando los compañeros de la promoción 94 de Medicina de la UDO Bolívar posaron junto a la fotografía de Laverde durante los actos protocolares de grado, en los que evidentemente no pudo estar.
“Él se siente muy presionado por sus clases. Lo limitaron a terminar su carrera y a no poder cumplir con los actos protocolares ni el internado que ya comenzó. Realmente él sigue motivado de que va a salir. Mandó a pedir guías y está inscrito, pero estas primeras pasantías no las está cursando. Él está convencido de que podrá reincorporarse a final de año. Ha sido complicado. No le permitían el acceso, le pasamos una guía súper pequeña y se la quisieron quitar. El jefe se la quitó, la revisó de principio a fin y después se la devolvieron”, acotó el entrevistado.
Hasta el momento, el arresto sigue el mismo patrón represivo de las detenciones poselectorales: no hay expediente ni acceso a la defensa privada. ¿Los cargos? Incitación al odio y terrorismo, mismos por los que están siendo procesados más de mil venezolanos.
Familiares han conversado con defensores públicos, en vista de que no han podido asignar un abogado particular; sin embargo, les manifestaron que los defensores asignados por el Estado ni siquiera tienen acceso a las audiencias.
Esta situación ha sido denunciada por las familias de otros detenidos, quienes reportan que los procesados no tienen acceso a la defensa en las audiencias ni juicios, que son desarrolladas de madrugada.
Virgilio no ha tenido su primera audiencia. La información obtenida por los parientes, es que la primera audiencia debía hacerse a los 45 días de la detención; no obstante, el proceso está retardado.
Durante un viaje a Caracas para buscar respuestas, se les explicó a los padres del joven que son muchos los casos de presos poselectorales y hay retraso para iniciar las audiencias. Por tanto no queda más que esperar.
“Hay que recalcar que las audiencias las hacen a las 2:00 de la mañana y los defensores públicos no van. Los detenidos no tienen defensa”, acotó una fuente cercana a los casos de aprehensiones.
