La Alcaldía del municipio Manuel Ezequiel Bruzual del estado Anzoátegui decretó el Estado de Emergencia en ese lugar, debido a las inundaciones causadas por las lluvias que recientemente se registraron en la zona Oeste de la entidad y causaron el desborde del río Unare.
La decisión del ente, dirigido por la alcaldesa Ingrid Cortez, fue dada a conocer este martes por los ediles de la jurisdicción que esperan que los trabajadores de los cuerpos policiales y de bomberos, así como el personal de Protección Civil (PC), ayuden a los damnificados de distintas comunidades. Hay 385 familias afectadas por esta situación.
Todavía no se reportaron pérdidas humanas, aunque sí se prevé que haya cuantiosos daños materiales, ya que el agua penetró a los hogares y dañó los enseres de las personas, de acuerdo con publicaciones de usuarios de redes sociales.
Carutico, Maparaca, Simón Bolívar y Altos de Clarines son algunas de las comunidades afectadas por las precipitaciones que generaron la caída de algunos árboles y que las calles quedaran anegadas, al punto de ser casi imposibles de transitar para los vehículos.
Un vocero de la trabajadores del matadero municipal de Clarines, capital de Bruzual, informó -a través de servicios de mensajería instantánea- que las faenas con el ganado, actividades propias de la parte llanera del territorio anzoatiguense, fueron suspendidas hasta nuevo aviso porque el líquido ingresó hasta la zona donde reposa el ganado vacuno y porcino.
El ganadero, que labora en Agropecuaria Unare y pidió disculpas a sus clientes por no poder laborar en medio de las contingencias, prefirió mantenerse en el anonimato, aunque no por eso dejó de indicar la gravedad de la situación. Espera que las autoridades gubernamentales ayuden a resolver el problema.
"Las vías de ingreso y parte de las instalaciones del matadero están llenas de agua por lo que no hay acceso por el momento. Nosotros los ganaderos estaremos monitoreando, a diario, para informar a los arrimadores y clientes cuándo volveremos a trabajar. Por ahora nos concentramos en esperar que no ocurra nada malo y que todo pueda ser resuelto por el personal capacitado. Dios tiene el control de todo y pronto bajará el agua para que vuelva a su cauce", señaló.
Clarines / Joseph Ñambre