Los aguinaldos de los obreros del sector salud pública fueron destinados, una vez más, a lo que ha encerrado la mayor prioridad del venezolano en los últimos años: comida.
Según lo informado por el coordinador del Movimiento de Trabajadores de la Salud en Anzoátegui (Motrasalud), Edisson Hernández, el monto acumulado de las utilidades este 2021 fue de alrededor de 24 dólares, los cuales alcanzaron para cubrir las necesidades más primordiales de los empleados privándolos de hacer las compras relativas a la temporada decembrina.
La camarera Celia Ramos sustentó lo señalado por el sindicato al afirmar que la suma de dinero fraccionada, en cuatro partes, “se volvía como sal y agua" cuando entraban a cualquier establecimiento a abastecerse.
Indicó que con el último pago, que fue de alrededor de 5 dólares, compró un pollo, una mortadela pequeña y una bandeja de carne molida.
“Distinto a los alimentos lo que compré fue un par de camisas para el estreno de mis dos hijos, los pantalones que usaron fueron un regalo de sus tíos que viven en Barquisimeto. El juguete del Niño Jesús fue el que entregó la comuna porque el salario y las utilidades no alcanzaron hasta allá”, comentó.
Al camillero Jhony Urriola el aguinaldo le salvó la cena navideña de este año porque el sueldo no le daba esperanza ni de hacer cinco hallacas, según comentó.
“Sinceramente mi esposa, mi hijo y yo no estrenamos, sólo usamos la ropa que teníamos más reciente, pero sí aprovechamos para hacer pan de jamón, unas cuantas hallacas y tomamos refresco. El resto lo gastamos en comida diaria, útiles escolares y una medicina de la tensión para mi mamá, que vive con nosotros", manifestó.
Los empleados señalaron que aunque no pudieron comprar tantos elementos como deseaban, al menos pudieron "rescatar" la tradición de la cena navideña, que es la que más caracteriza a esta temporada navideña.
Barcelona / Milena Pérez