Para contribuir con el cuidado de nuestro planeta, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ofrece algunos consejos que pueden generar grandes cambios, entre ellos el uso de abono casero.
Según la ONU, cada día es más necesario reciclar los desechos orgánicos para reducir los efectos del cambio climático y la lucha contra la pobreza extrema.
Uno de los mejores abonos naturales que se puede obtener de forma fácil, y que permite mantener la fertilidad de los suelos con excelentes resultados, es la utilización de residuos de alimentos como frutas, café, verduras, vegetales, cáscaras de huevos, entre otros.
De acuerdo con el portal www.ecologiaverde.com, otros materiales que sirven para el crecimiento de las plantas son los restos de poda, hojas, hierbas secas y estiércol.
Paso a paso
Para elaborarlos se requiere un recipiente de un metro de profundidad y algunos agujeros en la superficie.
En el envase se coloca una base de tierra (que no pase de 10 centímetros) y luego se le agrega un poco de abono y materiales orgánicos.
Sobre la tierra se echan los restos de comidas seleccionados (puede ser café o té, de verduras o frutas, hojas y hierbas secas o de poda).
Es importante no utilizar desechos de animales, huesos ni ningún tipo de vidrios, plásticos ni latas.
Para finalizar hay que cubrir con otra capa de tierra los materiales orgánicos. Cada 15 días, con ayuda de una pala, se debe mezclar muy bien todo el contenido.
Después de varias semanas aparecerán unos gusanitos blancos y en el centro del abono habrá una suave tierra negra y grumosa, que es ideal para las plantas, según los expertos.
Cuando todos los residuos se hayan descompuesto el abono estará listo para usarlo en el jardín y colocarlo alrededor de las maticas que están sembradas en el suelo.
Puerto La Cruz / Noreykis Pino
