México mostró el jueves mano dura contra supuestos traficantes de personas mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador, en plena negociación con Estados Unidos para evitar los aranceles anunciados por Washington, convocó a un gran mitin “por la dignidad” del país en la ciudad fronteriza de Tijuana.
La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda informó en un comunicado del bloqueo de las cuentas de 26 personas por su presunta participación en el tráfico de migrantes y en la organización de caravanas. Supuestamente personas físicas o empresas hicieron trasferencias desde Querétaro, en el centro del país, a seis ciudades de la frontera con Estados Unidos para hacer pagos por el tráfico de migrantes.
Según la investigación, hay relación entre el paso de las caravanas y los depósitos realizados a Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Ciudad Acuña, Piedras Negras y Reynosa desde El Salvador, Honduras, Guatemala, Camerún, Estados Unidos e Inglaterra. No obstante, el grueso de los integrantes de las caravanas llegó a la ciudad de Tijuana.
El anuncio tuvo lugar un día después de que dos activistas que ayudaron a los migrantes en esos viajes fueron detenidos por “posibles delitos en materia migratoria”, según un comunicado de la fiscalía federal emitido el jueves.
Irineo Mújica, uno de los líderes de la ONG Pueblos Sin Fronteras, ya había sido arrestado en otras ocasiones con motivo de protestas pero ahora se le acusa de “transporte de migrantes con la agravante que dicha conducta se haya realizado respecto de niñas, niños y adolescentes”. A Cristóbal Sánchez, un activista menos conocido, se le detuvo en Ciudad de México acusado de introducir personas a territorio nacional sin la documentación correspondiente.
Más de una docena de grupos defensores de derechos humanos mostraron su preocupación por estas detenciones y denunciaron la creciente criminalización de quienes ayudan a los migrantes
Estados Unidos ha arremetido con dureza contra los colectivos que estuvieron presentes en las caravanas de final del año pasado pero el presidente López Obrador negó que el arresto de los activistas fuera para complacer a Washington. “Nosotros no actuamos por consigna, no actuamos contra nadie para quedar bien con algún gobierno extranjero”, garantizó.
Estas acciones coinciden con la convocatoria hecha por el presidente a un mitin en Tijuana para el sábado, dos días antes de la fecha anunciada por Estados Unidos para imponer un arancel del 5% a todas las importaciones mexicanas de no frenar el paso de centroamericanos. El mandatario dijo que la convocatoria es por la “dignidad” de México “y en favor de la amistad con el pueblo de Estados Unidos” y confió en que se llegue a un acuerdo en las conversaciones con Washington.
Trump ha demostrado una furia creciente ante el aumento del número de inmigrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador que cruzan México para llegar a Estados Unidos aunque México ha desalentado las grandes caravanas y ha incrementado notablemente el número de detenciones y deportaciones sobre todo desde abril.
Es esta línea, el canciller Marcelo Ebrard dijo el jueves en Washington que México desplegaría 6.000 elementos de la Guardia Nacional, el cuerpo recién creado para pacificar el país, en su frontera con Guatemala para ayudar a controlar el flujo de migrantes
El último gran operativo fue el miércoles y en él participaron ejército, marina, policía y agentes de migración para bloquear el paso a un millar de migrantes.
“Nadie puede violentar nuestra ley y nuestra soberanía (...) irrumpiendo incluso en algunos casos hasta de manera agresiva”, afirmó la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero
Trump, sin embargo, no parece satisfecho y exige más.
Ciudad de México / AP