El diálogo comercial entre China y Estados Unidos estaba “avanzando” tras nueve rondas de consultas que buscan acabar con la disputa que remeció las perspectivas económicas globales, dijo un funcionario chino este jueves.
En los últimos contactos se lograron “nuevos avances considerables”, dijo el vocero del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang en su informe diario a la prensa.
“También consideramos que la consulta avanza. Esperamos que las dos partes puedan seguir trabajando juntas para responder debidamente a sus respectivas inquietudes sobre la base del respeto mutuo, la igualdad y el beneficio mutuo”, dijo Lu.
Por su parte, el vocero del ministerio de Comercio, Gao Feng, dijo que se registraron “nuevos avances” en las conversaciones.
Las partes se encontraban en “estrecha comunicación con todos los enfoques efectivos”, dijo Gao. “No ahorrarán esfuerzos en las negociaciones en el sentido de implementar el importante consenso al que arribaron ambos líderes”.
En el diálogo de tres días de la semana pasada en Washington se abordaron asuntos como la transferencia de tecnología, la protección de los derechos de propiedad intelectual, medidas no arancelarias, agricultura y aplicación de acuerdos.
La delegación estadounidense está encabezada por el representante comercial, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y la china por el viceprimer ministro, Liu He. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo previamente que “resta trabajo importante por realizar” antes de poder llegar a un acuerdo.
El gobierno de Trump alega que China roba tecnología y obliga a las empresas estadounidenses a revelar secretos comerciales en su afán de alcanzar a Estados Unidos en su predominio tecnológico. Washington ha impuesto aranceles sobre bienes chinos por valor de 250.000 millones de dólares, y Beijing ha replicado con aranceles sobre importaciones estadounidenses por valor de 110.000 millones.
Los expertos del Banco Mundial, el FMI y otros han reducido sus perspectivas de crecimiento de la economía global debido en parte a los perjuicios provocados por el diferendo entre ambos países, que lleva a las empresas a reducir sus inversiones.
La situación se distendió parcialmente desde que Trump y el mandatario chino Xi Jinping se reunieron en Buenos Aires a fines del año pasado y Washington suspendió su plan de elevar los aranceles para facilitar las negociaciones.
Beijing / AP